Celebran el primer matrimonio igualitario en Oaxaca

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En agosto de 2011 se presentaron las dos primeras solicitudes de matrimonio entre personas del mismo sexo en Oaxaca, un año y ocho meses después se ha conseguido el primero de tres éxitos ya anunciados; durante todo este tiempo hemos tenido que enfrentar la resistencia de un Estado que se dice democrático pero que sin embargo se opone al reconocimiento de los derechos fundamentales de sus ciudadanos y sus ciudadanas.

El 5 de diciembre de 2012 la Suprema Corte de Justicia de la Nación dictó la última palabra en este prolongado litigio; ganó la democracia, la igualdad y la no discriminación; ganamos los ciudadanos y las ciudadanas porque le demostramos a la clase política de nuestro Estado que el vacío de sus discursos no nos convencen, que su voz no nos representa y por eso decidimos hacer escuchar nuestra propia voz así sin más, sin intermediarios, sin intermediarias; apostamos a una esperanza en una lucha que a pesar de ser desigual si era justa venceríamos y así fue.

Bajo este panorama llegamos al día de hoy con tres sentencias que ordenan a las autoridades del Estado de Oaxaca celebrar el matrimonio de las tres parejas de personas del mismo sexo a quienes se les había negado esa petición. De los tres casos sólo uno ha sido notificado a las autoridades estatales, los otros dos asuntos deberán esperar un poco más, pero la decisión está tomada, el Registro Civil tendrá que conceder esas tres solicitudes de matrimonio.

En este tenor es un placer anunciar que el pasado viernes 22 de marzo de 2013 se celebró el primer matrimonio entre personas del mismo sexo en nuestro Estado. Por decisión de las contrayentes el acto no fue anunciado con antelación ni dado a conocer a los medios de comunicación; como hasta ahora, el respeto a la privacidad de las personas ha sido eje rector de este proyecto por lo que como colectivo nos corresponde respetar ese derecho y esa decisión. Agradecemos profundamente la disposición y la colaboración de la Dirección del Registro Civil para dar debido cumplimiento a la sentencia de la Suprema Corte.

Por otro lado, mucho se ha dicho de la falta de impulso a este proyecto, la falta de más solicitudes, que si el matrimonio es un asunto que no nos interesa. Estos comentarios sin embargo son vertidos sin un conocimiento de la difícil situación a la que nos hemos tenido que enfrentar: sin el apoyo del Estado e incluso con su manifiesta oposición, sin otra fuente de recursos mas que los propios producto de nuestro trabajo personal en otros ámbitos, la falta de políticas públicas en materia de igualdad y no discriminación, la falta de interés de los servidores públicos en abordar el tema. A la fecha el Gobierno del Estado no hecho más que declarar que se acatarán las  Sentencias de la Corte, algo a lo que de por sí está obligado, sin que el problema de nuestra legislación se aborde como un tema prioritario, como si la negación de derechos fundamentales no fuera un tema que ameritara urgente atención.

Los partidos políticos de nuevo en alianzas antaño irreconciliables anuncia lo que serán los siguientes tres años: el disimulo de temas en los que las supuestas ideologías no concuerden, así que disidencia sexual y de género tampoco estarán en la agenda de la próxima legislatura.

A pesar de lo anterior, el escenario en el país es distinto, antes de Oaxaca el tema de matrimonio igualitario se reducía a una realidad aislada en el Distrito Federal; ahora, después de las sentencias de la Corte el tema es debate público en varias entidades: Baja California, Colima, Morelos, Coahuila, Jalisco, Puebla, Sinaloa, Yucatán y sigue avanzando; así México se posiciona entre los países en los que en la actualidad se busca el reconocimiento de este derecho. Visto a nivel local para algunas opiniones puede que no signifique más que un capricho cumplido para tres parejas, para el movimiento nacional y mundial se ha puesto en marcha un mecanismo que indefectiblemente concluirá con la conquista de este derecho para todos y para todas.

Como siempre, para algunas personas en Oaxaca no pasa nada, todo marcha bien… para nosotros y para nosotras no todo está como deseáramos pero estamos haciendo la diferencia, una diferencia que se marca con resultados concretos y no sólo con buenas intenciones.