La mañana de este lunes 21 de marzo, la comunidad universitaria celebró el CCV Aniversario del natalicio de su Rector Supremo, Don Benito Juárez García.
Durante una ceremonia realizada en el Paraninfo del Edificio Central de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, el Rector Rafael Torres Valdez, consideró este momento ideal para considerar y analizar el espíritu universitario y retomar el ejemplo y legado que el oaxaqueño más universal nos ha heredado.
“Múltiples y diversas fueron las enseñanzas que el Benemérito de América nos dejó a través de su paso y consagración a la historia; su pasión le permitió afrontar los retos que una nación recién formada presentaba, y gracias a su constancia y perseverancia fueron concretados los objetivos que el país ansiaba”, agregó.
Acompañado por el director de la Facultad de Derecho, Juan Jorge Bautista Gómez, y del Presidente de la Asociación de Exalumnos del Instituto de Ciencias y Artes, Miguel Ángel Ortega, el rector sostuvo que Juárez fue la clara muestra de que la pasión no hace productivo a un hombre si no se encuentra al servicio de una causa y hace de la responsabilidad la guía principal que oriente sus acciones.
En presencia de María Eugenia Villanueva Abraham, representante del Tribunal Superior de Justicia, expuso que reconocer con orgullo y dignad el origen, es un valor más que como universitarios debemos rescatar, “sólo sintiéndonos parte del entorno, podemos coadyuvar a su desarrollo, pero jamás sin perder la humildad y cerrándonos al continuo aprendizaje, así como la integración de un equipo comprometido con el proyecto trazado”.
Torres Valdez consideró que la libertad de pensamiento es la divisa central del pensamiento juarista, y obligado es convertirla en uno de los ideales más fuertes y vigentes en los universitarios, pues es el principal legado del Patricio de Guelatao para la Universidad Pública.
En presencia de Secretarios, Directores y Funcionarios, recordó que ante un panorama de anarquía y desigualdad, Juárez salió avante gracias a sus ideas inquebrantables, supo transportar a la nación y establecer el orden, siempre apegado a la Ley y a la democracia, la justicia fue el faro que iluminó sus decisiones.
“Al igual que él, no escatimemos en esfuerzos para mejorar el devenir de nuestra nación, para colaborar al desarrollo de este nuestro suelo, de esta nuestra Universidad, reafirmemos ante quienes atentan contra la educación pública, que somos dignos portadores del legado de Benito Juárez”.
El Rector hizo ver que el pensamiento juarista no es una imagen para el manipuleo político, el legado del Patricio es un patrimonio nacional, una forma de vida, un honor para las y los mexicanos que gozan de las garantías que proclamó, rendir tributo al Oaxaqueño más universal, es rendirle tributo al país, a nuestra familia.
“Así pues, mantengamos vivo el legado reformista, que es sólo a través de la dinámica y participación social enmarcadas en los valores mencionados, como llegaremos a la consolidación de un estado libre, donde la educación sea el motor de este desarrollo”, concluyó.
Por su parte, el director de la Facultad de Derecho, Juan Jorge Bautista Gómez, habló sobre la influencia de Juárez y su gigantesco legado, el cual se coronó con la defensa del Estado y la soberanía nacional.
Del mismo modo, el directivo invitó a la comunidad universitaria a continuar la tarea que Juárez ha dejado, así como a trabajar arduamente en la consolidación de la Máxima Casa de Estudios.
En su oportunidad, y al hacer uso de la palabra en representación de la Asociación de Ex Alumnos del Instituto de Ciencias y Artes, Carlos Aldeco Reyes, hizo un recorrido por la vida del Rector Supremo de la institución y reconoció su legado.
Posteriormente, el Rector, los funcionarios de la UABJO e invitados especiales colocaron una ofrenda floral en el monumento de Patricio, localizada en el primer patio de la Facultad, y realizaron una guardia de honor.
En la ceremonia, la estudiante Ysvi Belem Nolasco Legaspi, declamó la poesía Llamado al Bronce, de Francisco Hernández Domínguez; la parte música corrió a cargo del maestro Arturo Huerta.
