Los asesinatos atribuidos al crimen organizado y el narcotráfico ya superan los 24.800 desde que el presidente Felipe Calderón lanzó una ofensiva contra los carteles de las drogas en diciembre del 2006.
El procurador general de la República, Arturo Chávez, informó el viernes en rueda de prensa que hasta la semana pasada registraron 24.826 asesinatos en todo el país, un incremento de poco más de 2.000 homicidios desde marzo, cuando el gobierno reportó la cifra anterior.
El gabinete de seguridad de Calderón informó hace unos meses al Senado, que hasta finales de marzo se habían registrado 22.743 asesinatos del crimen organizado.
Diversas zonas de México han padecido una creciente violencia del narcotráfico en diversas zonas del país, que para el gobierno responde principalmente a una disputa sangrienta entre los carteles de las drogas y a los golpes que han padecido por parte del gobierno.
“Las acciones del Estado están obligando también a la delincuencia a modificar sus estrategias, (y) en su modificación se presentan fisuras… y estas fisuras provocan verdaderamente fracturas dentro de las organizaciones”, dijo el procurador.
Añadió que las divisiones internas provocan que algunos grupos busquen controlar espacios en otros lugares geográficos, lo cual genera más violencia.
“El más fuerte se queda con lo que ya se tiene y el escindido se va a buscar nuevas latitudes y eso significa que busca invadir espacios que ya eran de alguien, y eso provoca enfrentamientos y guerras intestinas que es lo que estamos viviendo”, señaló.
El gobierno sostiene que más del 90% de las víctimas del crimen organizado eran personas vinculados de alguna forma con la delincuencia.