Casas hechas con tierra, cal, fibras naturales y una mínima parte de cemento, son las nuevas alternativas utilizadas por la empresa Delher, fabricante de estufas, con sede en Tlalnepantla, Estado de México, quien apoyó en la reconstrucción de viviendas en este municipio afectado por el sismo del pasado 7 de septiembre del 2017.
Una de las beneficiarias de esta iniciativa fue la señora Teódula Toral y su hijo Humberto Ordaz Toral, a quienes esta empresa apoyó para reconstruir su vivienda bajo con la técnica de “Súper Adobe”, resistente a sismos y térmicas.
“Nos comentaron los responsables de la empresa que tienen una resistencia más que las casas tradicionales, además, de que serían térmicas, y es cierto, amortigua bastante el calor ahora que esta insoportable. Además nos dijeron que este diseño viene de casas hechas en Irán y que son resistentes a los temblores”, relató Humberto Ordaz Toral.
Conmovido por el deceso de su mamá en el mes de diciembre del 2017, Ordaz Toral dijo que fue una “Bendición de Dios” esta casa, que aunque ya no la pudo disfrutar ha quedado como un legado para él y un recuerdo imborrable de lo ocurrido la noche del 7 de septiembre.
“Cuando se la ofrecieron a mi mamá, ella se puso muy contenta porque no teníamos donde refugiarnos de la lluvia, el calor y los temblores que seguían, fue una gran bendición porque la empresa que nos proporcionó esta casa no nos cobró ni un centavo en efectivo, ni mano de obra, ni material, nada en absoluto…a cambio mi mamá sólo les pudo ofrecer una taza de café o un vaso de agua, porque sólo eso había”, relató.
Fue así como la empresa Delher inició los trabajos con técnicas únicas, colocando sacos de polietileno llenos de arena amarilla -llamado en la región cementante y extraída de un cerro-, combinado con 5% de cemento en forma radial cimentadas y reafirmadas con alambres de púas, creando un tipo block alargado que fungiría como paredes.
Por el tipo de sacos alargados que se utilizaron, esta casa tiene un aspecto poco usual en la zona, es por ello que le gente la conoce ahora por “la casa de la salchicha”, su techado hecho con láminas tipo teja recubiertas con material especial para evitar la filtración y el calor son únicas también en la zona.
Esta empresa además de la casa, otorgó a esta familia un baño ecológico, hecho con los mismos elementos y en forma de iglú, su diseño llama la atención de quienes pasan por este lugar quedan sorprendidos.
Humberto Ordaz Toral, al igual que muchas familias de Ixtaltepec han manifestado su agradecimiento a empresas, gobierno y sobretodo la sociedad que de alguna manera los han apoyado desde ocurrida la tragedia.
“Estamos y estaremos eternamente agradecidos con todas esas personas que con una despensa, con un apoyo, con un mensaje o un abrazo nos apoyaron, fue y sigue siendo muy benéfico para nosotros” finalizó.
Bioconcreto, otra opción para la reconstrucción de viviendas
Otro de los beneficiarios que recibieron una casa con materiales ecológicos fue el señor Benito Chiñas Ordaz, quien a sus 84 años de edad relató por medio de su hijo Abel Chiñas los momentos de desolación que se vivieron la noche en que ocurrió el sismo de 8.2 grados.
“Fue bastante fuerte, estábamos acostados nos levantó, se fue la luz, no teníamos a donde correr porque las casas comenzaron a caer, salió como pudo toda la gente a la calle, supimos que fallecieron algunos vecinos que no pudieron salir, me sentí mal cuando vimos la casa derrumbada”, relató.
Dijo que fue hasta un día después que comenzaron a recibir el apoyo del Gobierno del Estado con despensas y agua, esto debido a la magnitud del sismo y los daños ocasionados en toda la región.
“Llego el Gobernador a ver cómo estaban las cosas aquí en Ixtaltepec, vio lo que necesitábamos y a las tres horas llegaron por órdenes de él a repartir despensas y lonas, con eso nos quedamos en el patio, dormíamos afuera mientras nos decían qué hacer”.
Fue así como una vez pasada la emergencia, la empresa Delher decidió apoyar en la reconstrucción de su casa a Don Benito Chiñas, en su caso utilizando la técnica de Bioconcreto, para ello se utilizó más de 20 mil cáscaras de coco y su bagazo, así como arcilla de la zona y una mínima cantidad de cemento.
“Es algo nuevo para nosotros, es puro bagazo de coco, la pared no lleva nada de tabique, vimos que pusieron unos ángulos que ellos trajeron para soportar la estructura… nos dijeron que era especial para soportar los sismos y además que sería muy fresca para las condiciones de calor que vivimos aquí”, comentó Abel.
Don Benito expresó su felicidad y agradecimiento porque esta empresa mexicana corrió con todos los gastos en cuanto a materiales, mano de obra y todo lo que hizo falta para su reconstrucción, ahora él a las afueras de su nuevo hogar tiene un pequeño comercio de frutas y abarrotes, con el cual se sostiene.
Si bien esta familia fue beneficiada con las tarjetas Bansefi, estos apoyos fueron aprovechados por parte de su hijo Abel, quien construyó una vivienda la cual está a punto de concluir.