Cárteles mexicanos compran droga en Afganistán, alertan

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Mediante empresas fantasma, los cárteles del narcotráfico de México, especialmente el de Sinaloa, están operando con grupos turcos ubicados en Afganistán para abastecerse de droga que distribuyen en Europa y Estados Unidos, reveló Edgardo Buscaglia, catedrático del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM).

 

En entrevista con EL UNIVERSAL desde Afganistán, en donde realiza trabajo de campo, Buscaglia afirmó que los narcotraficantes mexicanos operan como empresas multinacionales que “establecen contactos tácticos y operativos con grupos criminales turcos y de la India, región en la que se abastecen de insumos necesarios para la producción de drogas artificiales”.

Buscaglia señala que de acuerdo con sus investigaciones, las organizaciones criminales operan las nuevas bases multinacionales que tienen en otros continentes desde sus matrices establecidas en México.

“Es interesante que los grupos mexicanos, principalmente la gran alianza de Sinaloa, han estado abriendo caminos para el abastecimiento de heroína hacia el mercado de Estados Unidos y los vemos operar fuera del mercado mexicano, no sólo la droga que pasa por México, sino que están tomando posiciones en el mercado mundial de los estupefacientes”, detalló el experto catedrático Buscaglia, quien también es director del Centro Internacional de Desarrollo Legal y Económico.

Alianzas estratégicas globales

Para el investigador y especialista del Instituto Tecnológico Autónomo de México, las alianzas táctico-estratégicas entre los cárteles del narcotráfico de México y los grupos de medio oriente son cada vez potencialmente más factibles.

“No es que (Joaquín) El Chapo Guzmán (Loera) viaje a Turquía, sino que a través de empresas con las que mantiene relación, ya sea a través de exportación o importación, o de compra de paquetes, el cártel de Sinaloa establece contacto con abastecedores de heroína que le permiten tener un cierto tipo de posicionamiento, de tal manera que cuando la heroína llega a Chicago o a Nueva York, como si fuera una empresa de outsourcing, el grupo mexicano recibe la droga y la distribuye en el mercado local”, explicó a este diario el académico Edgardo Buscaglia.

Los cargamentos que llegan a Canadá y Estados Unidos provienen del sur, pero se producen en Afganistán, de donde sale 90% de la heroína a nivel mundial, refirió Buscaglia.

“Los grupos mexicanos llegan al mercado de Turquía con contactos establecidos, principalmente a través de empresas o compañías en donde tienen posiciones minoritarias, o que ellos mismos establecen como abastecedores de bienes y servicios ilícitos”, explicó.

Son empresarios, agregó, que sirven de intermediarios para la compra de heroína que llega al mercado canadiense, estadounidenses y mexicano, “son empresarios, cambian drogas por armas o por seres humanos, cambian contenedores con artículos ilegales, todas las variaciones imaginables, dependiendo de la región”, afirmó.

Manejan el tráfico de armas

Con base en sus investigaciones de campo, Buscaglia aseguró que “los grupos mexicanos siguen ganando presencia en todo el mundo, no sólo dentro del tráfico de drogas, sino en el de armas y en inversiones cuantiosas en Rumania, Bulgaria, obvio, formando parte del mercado de la Unión Europea”.

El tema, indicó el experto del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), es el poder patrimonial de los grupos criminales mexicanos que se ha expandido, lo cual les da capacidad global para establecer inversiones mutuamente beneficiosas con grupos de hampones en varios países, como sucedió con los italianos, los rusos, con los grupos de delincuentes más poderosos del mundo.

En este sentido, confirmó que parte de las armas que están utilizando los cárteles de las drogas mexicanos provienen de Asia como resultado del intercambio que están logrando los narcotraficantes por drogas.

“Los abastecimientos más importantes en éste momento, más allá de Estados Unidos y China, están en Rusia y Albania, donde el flujo ilegal de armas es enorme y el intercambio de armas por drogas es muy frecuente”, concluyó Buscaglia.

El Universal