Cartas a Oaxaca VI: Augusto Cupertino Rubí Leri

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Desde algún lugar de la Patria

Paraboleando

He tenido la oportunidad de vivir en dos Méxicos distintos, donde hemos habitados los mismos ciudadanos de éste México que nos tocó vivir, las diferencias que viví son abismales.

En el primer México donde estuve viviendo había (¿o hay?) una gran corrupción, una parte importante de los funcionarios del orden y funcionarios públicos la practican, la otra parte de estos funcionarios aunque lo sabían, no hacían nada en contra de sus compañeros, sino toda la responsabilidad la dejaban caer sobre los gobernados, todo esto ocasionaba un problema dentro de la ciudadanía común y corriente como nosotros, porque los funcionarios corruptos mantenían (¿o mantienen?) una “buena relación” con la pequeña parte de los gobernados que los corrompían (¿o los corrompen?) y un abandono total al resto de los gobernados; y los funcionarios no corruptos, simple y sencillamente aparte del abandono total de la población, mantenían ¿(o mantienen?) un constante hostigamiento para con los gobernados que tenían ¿(o tienen?) relación con los corruptos.

Poco a poco fueron dándose conatos de bronca, se comenzaron a formar pequeños grupos de choque dentro de los gobernados que fueron capaces de retar a la ley y el orden, esto generó daños colaterales dentro de los gobernados, lo cual aunado al mal gobierno, a los maltratos, al hostigamiento constante, provocó la violencia; y como violencia genera violencia, el funcionario titular del orden fue asesinado; como por arte de magia el día del asesinato se terminaron los malos tratos, hubo mucha confusión, pero con el tiempo todo regresó a la normalidad, lo que sí terminó de tajo, fueron los hostigamientos a todos los gobernados, siguió existiendo la corrupción y los “malos tratos” sin embargo la violencia fue erradicada.

En el segundo México donde estuve viviendo, había un gran compromiso con la Patria, no había corrupción y los funcionarios del orden y funcionarios públicos respetaban la ley y los derechos de los gobernados, éstas acciones tenían un arraigo en este segundo México, por eso el día que llegaron a este segundo México funcionarios procedentes del primer México, tuvieron que adaptarse a la altura de las arraigadas buenas costumbres, los que no pudieron adaptarse, simplemente fueron excluidos automáticamente.

Haciendo una análisis de estos 2 Méxicos, me di cuenta que en el primero de ellos, a pesar del cambio que hubo por la vía de la violencia, no hubo un en sí un cambio que beneficiara a los gobernados y nunca hubo en la cabeza del gobierno de ése primer México, la persona adecuada para arraigar buenas costumbres; en cambio en el segundo México, estuvo como cabeza de gobierno una persona que hizo prevalecer la ley y los derechos de los gobernados, lo cual quedó bien establecido, porque ésta persona predicó con el ejemplo, no con palabrerías ni haciendo uso de la fuerza del acoso y la violencia.

Con estos pequeños ejemplos aquí vividos, estoy seguro que en México hace más de 100 años que no llega la persona indicada a ser cabeza de gobierno de este país, los resultados allí están, las estadísticas lo dicen todo. La historia postrevolucionaria está muy clara, la historia reciente no puede mentir, lo que se ve no se juzga.

Hay más de 100 años de un presidencialismo corrupto, entreguista, lleno de nepotismo, compadrazgos y malos manejos del dinero de todos los mexicanos, allí están por ejemplo: PEMEX, El milagro mexicano (milagro para pocos), la represión del 68, las devaluaciones de los 70s, 80s, 90s y 2016, los despojos de la banca, los ferrocarriles, Telmex, Colosio, EZLN, el FOBAPROA, la Corrupción en las compras en Los Pinos, la Estela de Luz, el Senado, la Casa Blanca, Odebrecht, La Estafa Maestra, los Socavones y miles de ejemplos más.

No conformes con esto, siempre han dado “mejoralitos” al pueblo, que más que arreglar empeoran las cosas, allí están por ejemplo las más de 100 mil o quizás 200 mil víctimas de la “guerra contra el narcotráfico” y otros eventos meramente publicitarios que han ocupado para darse baños de pureza mientras saquean al pueblo, tenemos por ejemplo: detención de la “Quina” (líder petrolero), Raúl Salinas, de los supuestos acaparadores de granos, y recientemente de la maestra Elba Esther Gordillo, ex gobernadores como Duarte, Yarrington, Borge, etc., no puede ser que cada 6 años se repita la misma historia, la misma versión con actores diferentes.

El 2018 será contundente para cambiar la historia de este país, no podemos dejar que directamente o con engaños, como el del año 2000 con Fox, se sigan robando nuestros sueños, esta vez hay una sola opción, hagamos pues ese Movimiento de Regeneración Nacional, “vamos a arraigar los buenos usos y las buenas costumbres en éste México que nos tocó vivir”.

 

Augusto Cupertino Rubí Leri.