Cartas a Oaxaca III: Augusto Cupertino Rubí Leri.

Print Friendly, PDF & Email

Desde un lugar de la Patria

“Es preciso actuar para lograr la libertad de los presos políticos, es el peor oprobio para vivir en una sociedad que presume de democrática” Aurelio Fernández

Es muy poca la información que nos llega de este lado de la Patria, y  la que tenemos a la mano, es bastante desalentadora, sobre todo ahora, cuando más de 25 generaciones de mexicanos (están en proceso 6 más) han sido dañados con la “educación”; generaciones que son el medio de cultivo para que el actual sistema, ese que ha sido nombrado como la “dictadura perfecta” sigue permeando en la patria y peor aún, aceptado en todo el mundo, bajo el auspicio de potencias poderosas; sabemos de personas que escriben de la situación que actualmente desfavorece a otras hermanas patrias como Venezuela, muchas naciones caen en el error cíclico que prevalece en la humanidad desde hace milenios, porque escrito está: que vemos la paja en el ojo ajeno y no sacamos la viga que llevamos en el nuestro.

Amigos, ciudadanos mexicanos, en recientes días se ha hablado y escrito de los presos políticos venezolanos con una cierta admiración y desaprobación del estado actual que guarda la república Bolivariana de Venezuela, criticando seguramente  lo que hacen llamar como “Dictadura”, misma que inició el comandante Chávez y que en estos momentos conserva Maduro. Se puede decir mucho de la situación en Venezuela en un sentido y otro, pero lo que más me tiene con cuidado es mi Patria: México, donde la manipulación de los Norteamericanos (USA) y el servilismo de nuestro gobierno, nos tiene sumergidos de manera estática en un limbo jurídico, donde los presos políticos abundan por centenas y no pasa nada. Y no pasa nada porque estamos faltos de educación y la gran mayoría no alcanza a comprender el mundo virtual en el que vivimos, ese mundo virtual que fue planeado desde hace décadas y que actualmente rinde frutos a la mafia del poder.

Triste realidad la que padecemos en México, en donde se ha ocupado una Ley diabólica e innecesaria que nombraron en el Calderonismo “Ley Federal en contra de la delincuencia organizada” que hasta el día de hoy, sigue sirviendo para quitar del camino a personas que “estorban” a las mafias que interactúan en torno al poder, haciendo incluso detenciones masivas como: el “michoacanazo, detención de magnates, políticos, empresarios, artistas, líderes religiosos, líderes sindicales, etc, etc.” Sumando así centenas de presos políticos, que buena parte de la sociedad mexicana sabe que existen pero no hacemos nada, porque vivimos en un nicho de confort, o en un conformismo de que todo está bien mientras a nosotros la desgracia no nos alcance; y tanto es el desinterés por la patria, que física y literalmente teniendo todo para triunfar, preferimos ir a hacer patria a otros lados (como el payaso de Vicente Fox) y seguimos dejando de esa manera, en el olvido a centenares de presos políticos, mientras que muchos conciudadanos se siguen dando golpes de pecho por lo que pasa en Venezuela. Tampoco es que seamos insensibles, va nuestro reconocimiento y solidaridad para Capriles, Leopoldo Lopez y a los más de 600 presos políticos en Venezuela, así como al heroico pueblo venezolano, cuna del sueño Bolivariano que prevalece hasta nuestros días como una utopía, pero que de manera intangible mantiene cohesionados a nuestros pueblos desde la Patagonia hasta Canadá.

Urge pues un cambio, no solo en Venezuela, sino también en México. Urge que los mexicanos sufran un despojo de las migajas a los que lo tienen acostumbrado y a las que están adheridos mediante el paternalismo. Urge que nos gobierne una izquierda moderada con vasta experiencia para gobernar y ganas de hacer las cosas bien. Urge una Ley de Amnistía para liberar a los más de 800 presos políticos que hay en México. Urge desmilitarizar el país, basta de acceder a chantajes y caprichos de los norteamericanos que con gran cinismo hacen y deshacen en México mediante el Plan Mérida.

Vamos juntos a buscar la soberanía perdida, vamos a trabajar para ser un país autosuficiente, vamos a eliminar esas leyes apéndices que impusieron a modo las mafias del poder, hagamos que la Constitución se cumpla ha como de lugar, porque nuestra Constitución no es obsoleta, porque decir que lo es, es equiparable a que un religioso católico o cristiano diga que el Decálogo inscrito en el Pentateuco lo es también, hay que entender que éste último fue escrito hace aproximadamente tres mil años y nuestra constitución apenas tiene 100 años y que jamás ha sido cumplida cabalmente, nunca le dieron ni le dimos la importancia que se merece.

Repito: URGE UN CAMBIO, dejemos de ver la paja en el ojo ajena y saquemos la varilla que traemos en el nuestro.

Augusto Cupertino Rubí Leri.