Pocos son los que transitan en esta zona y los más arriesgados lo hacen con gorras o sombrillas; en el Zócalo de la Ciudad los intensos rayos del sol y las altas temperaturas han dejado sin fuerzas a las manifestaciones y protestas que cotidianamente se presentan.
Pero hoy, el calor es insoportable aseguran las mujeres quienes van y vienen de un costado a otro ofreciendo agua y refrescos.
“Qué calor, es un infierno. Dios en un momento nos puede quemar”, habla una de las mujeres quienes deambulan por el centro y quienes venden chicharrones y palomitas.
En la Alameda Central, todo es calma, se borra fácilmente la imagen de la Ciudad de las protestas y manifestaciones.
Son pocos los que transitan de este lado, porque el sol es más duro, pero quienes caminan aquí lo hacen de prisa y otros más con gorras y sombrillas.
Los turistas, no se ven de este lado, pero algunos abarrotan los establecimientos del Zócalo y ahí mismo a unos pasos se encuentran los desplazados de San Juan Copala.
El sol y las altas temperaturas desmayan las protestas nadie quiere salir se la sombra que da los corredores de Palacio de Gobierno, porque es un sol que mata, un sol de infierno.
Carina García/Libertad-Oaxaca.info