Felipe Calderón consideró que México no se merece quedar varado a la mitad del camino del cambio democrático y tampoco lo que llamó la “tragedia de regresar a lo antiguo”, porque eso significa pobreza, significa corrupción, además de negación o simulación de la libertad y del derecho.
Advirtió también que la irresponsabilidad, la tolerancia o, en algunos casos, la franca complicidad de las autoridades fue lo que provocó que el crimen se convirtiera en una amenaza seria para la paz y la tranquilidad de las familias.
Sin hacer una referencia directa al PRI, único partido que ha gobernado antes que los panistas, el mandatario aseguró que la inacción frente a la delincuencia fue lo que hizo que ésta avanzara.
“El crimen encontró un campo fértil, en lo que era el corazón del viejo sistema. En la complicidad, en
la impunidad, en la corrupción, en la opacidad. En el ámbito local subsisten, en mayor o menor medida, expresiones de los más elementales, más lamentables elementos de opacidad, de complicidad, de impunidad; es ahí donde más florece la violencia y donde más está el abandono a los ciudadanos”, expresó.
Con la ausencia del ex presidente Vicente Fox y de los candidatos a dirigir el PAN, ante diez mil personas congregadas en el Auditorio Nacional, hizo un recuento de los cuatro años de gobierno “humanista” y admitió que hay incertidumbre entre la población, pero sí es posible detener la delincuencia.
“El gobierno democrático, el del humanismo político, no puede prestar oídos sordos al clamor de ciudadanos que son amenazados, que son extorsionados, que son saqueados, o aquellos que sus hijos son envenenados poco a poco por las drogas y las adicciones. No podíamos, simplemente fingir que la criminalidad no existía”, señaló.
A tres días de incrementar la presencia militar en Tamaulipas y Nuevo León, comparó la acción criminal con un cáncer cuyo tratamiento deberá ser drástico y cuyas acciones deberán ser “radiaciones, quimioterapias y extirpaciones de tumores”.
El mandatario rechazó también que el actuar del gobierno fue la causa de la violencia, y advirtió que ésta no se terminará, ni se reducirá, si el Estado se retira.
“La violencia es culpa de los criminales, es culpa de los violentos; la violencia no es culpa del gobierno”, dijo.
En un acto titulado Encuentro Ciudadano con Motivo del Cuarto año de Gobierno, recordó la década del PAN al frente de la Presidencia de la República; Calderón advirtió que “nuestra obra no ha concluido” y llamó a redoblar el peso político de la fuerza que hace diez años “se multiplicó, movilizó y venció las resistencias y las defensas del autoritarismo”.
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