Los efectos de la guerra petrolera entre Rusia y Arabia Saudita intensifican las probabilidades de que las calificadoras crediticias degraden la nota de Petróleos Mexicanos (Pemex) y de México, advirtieron grupos financieros.
“La gran depreciación del peso mexicano aumenta la deuda en relación con el Producto Interno Bruto (PIB), lo que, junto con la disminución de los precios del petróleo, probablemente conducirá a una reducción de la calificación crediticia de Pemex y del soberano mayor a la esperada anteriormente”, consideró el economista en jefe de Bank of América Merrill Lynch, Carlos Capistrán.
La institución financiera esperaba una rebaja de un nivel para la empresa estatal y la nota soberana por parte de Moody’s, pero ahora pueden ocurrir “más y más” bajas de calificación.
Para nuestro país, que ya no es un país exportador neto de petróleo, implica una mayor probabilidad de un recorte en la calificación crediticia de Pemex, la cual ya se encuentra en grado especulativo por parte de la firma Fitch Ratings, coincidió la directora de análisis económico-financiero de Banco Base, Gabriela Siller, en un documento.
“Asimismo, esto incrementa la probabilidad de un recorte en la calificación crediticia de la deuda soberana”, agregó.
Una calificación crediticia más baja implica tasas de interés más altas para el financiamiento del gobierno y Pemex, lo que significaría un deterioro para las finanzas públicas del país.
“Hay una caída en los precios del petróleo que nos afecta, que nos depreció el peso, pero pensamos que vamos a recuperarnos, porque estoy optimista. Primero porque tenemos finanzas públicas sanas, tenemos buenas reservas y no tenemos déficit faltante en nuestra recaudación de impuestos”, declaró el presidente Andrés Manuel López Obrador, tras ser cuestionado sobre el tema en su conferencia matutina.
El desplome de precios tensará aún más el frágil balance de la compañía estatal, lo que significará que el gobierno mexicano necesitará desviar más recursos fiscales a Pemex, señaló la consultora londinense Capital Economics.
En marzo de 2019, S&P degradó a la perspectiva de calificación a negativa desde estable de la compañía que dirige Octavio Romero Oropeza. Más tarde en junio, Fitch bajó la calificación de Pemex a un nivel de ‘bono basura’, mientras que Moody’s la degradó a perspectiva negativa.
Este lunes, la moneda mexicana se depreció 5.% a llegar a los 21.50 pesos por cada dólar, mientras la mezcla mexicana se desplomó 31% a 24.4 dólares por cada barril, en línea con los hundimientos de la referencia de crudo estadounidense WTI y la europea Brent.