Un grupo de presuntos pedófilos que operan desde el Distrito Federal fueron ubicados en las redes sociales Twitter y Facebook, y están bajo arraigo, de acuerdo con una investigación de la Procuraduría General de Justicia.
Las indagatorias que se realizan desde septiembre del año pasado apuntan a que los sujetos contactan con engaños a niños de entre ocho y 14 años de edad para videograbarlos o fotografiarlos en poses sexuales o haciéndose tocamientos.
Además de tener presencia en las redes sociales, el grupo abrió páginas de corte infantil para tener mayor contacto con menores de edad.
Los presuntos delincuentes también usan los correos electrónicos para llegar a los infantes.
El material obtenido es enviado por correo electrónico a otros pederastas de países ubicados en Europa, América Latina, Canadá y Estados Unidos.
La Policía Cibernética y la Fiscalía de Delitos Sexuales participan en esta investigación, de la cual se espera que el procurador de Justicia, Miguel Ángel Mancera, dé a conocer los avances en los próximos días.
De acuerdo con las pesquisas, hay casos en los que los pedófilos han llegado de manera personal hasta el niño o adolescente para abusar de ellos.
En las imágenes que han sido colocadas en internet y enviadas a otros pederastas hay escenas de sexo oral con menores de edad.
Esta investigación fue iniciada debido a la labor que la Policía Cibernética, dependiente de la Procuraduría capitalina, realiza en la red.
Hasta el momento no hay denuncias de las víctimas, de quienes se estima que ni siquiera han contado a sus familiares lo ocurrido.
En la investigación, la autoridad ha descubierto la difusión de niños desnudos y en posturas sexuales en foros de internet.
Los pedófilos eligen a sus víctimas por medio de las fotos e información que publican en sus perfiles de las redes sociales.
Posteriormente, envían una “solicitud de amistad”, haciéndose pasar por otras personas, en muchos casos como adolescentes, para lo cual usan fotos que toman de la misma internet.
Una vez que los aceptan en la red, platican con sus víctimas y, luego, mediante engaños y supuestos castigos, los hacen desnudarse frente a la cámara de su computadora, menciona la indagatoria.
El Universal
