Para coronar una semana dura por la eliminación de la Liga de Campeones, el Barcelona volvió a tropezar ayer en la Liga española al encajar una dolorosa derrota por 1-0 en cancha del Granada, que allana considerablemente el camino hacia el título para el Atlético de Madrid.
El Barsa que dirige el argentino Gerardo Martino cayó además al tercer lugar en la tabla de posiciones con 78 puntos por los 79 que ostentan el Atlético de su compatriota Diego Simeone, con un partido menos, y el Real Madrid, que tomó el segundo lugar tras golear 4-0 al Almería pese a no contar con el astro Cristiano Ronaldo por lesión.
Goles del argentino Angel Di María a los 28 minutos, Gareth Bale (53), Isco Alarcón (56) y Alvaro Morata (85) permitieron al conjunto merengue igualar transitoriamente el total del Atlético, que puede volver a distanciarse en caso de ganar hoy en su visita al Getafe. De triunfar, los colchoneros ampliarían a cuatro unidades su ventaja sobre el conjunto azulgrana.
La segunda derrota consecutiva del Barsa cayó por el gol de Yaché Brahimi a los 16 minutos y la propia inoperancia ofensiva del equipo culé, que acumula dos cotejos sin marcar un gol y vio cómo el astro argentino Lionel Messi, autor de 25 dianas en el campeonato, se quedaba sin marcar tras una racha de 10 tantos en las cinco últimas fechas.
La peor lectura para los azulgranas es que ya no dependen de sí mismos para revalidar su corona, pues necesitan de un tropiezo del Atlético en las próximas cuatro fechas si quieren llegar con opciones a la última, en que reciben al cuadro de Simeone, que además los eliminó el miércoles en los cuartos de final de Champions.
“La Liga ya no depende de nosotros. Al equipo no tengo nada que reclamarle. Nos faltaron los goles. Hoy no quiso ser”, declaró un tenso Martino. “No creo que las rotaciones fueran decisivas en un partido que el Barcelona debió haber ganado”.
“El vestuario siente que se va algo importante, pero el miércoles debemos intentar ganar la final. Yo no puedo sentirme bien después de estos resultados, pero no hay que confundir tristeza con bajar los brazos”, agregó.
El discurso del timonel fue similar al expresado a pie de cancha por Andrés Iniesta. “Es un paso atrás. Nos duele por lo poco que queda”, lamentó el volante barcelonista. “Difícil dar una explicación. Nos ha faltado el gol, todo lo demás lo hemos controlado. Teníamos que ganar aquí y no lo hemos hecho. Cuando los equipos vienen de unas sensaciones raras, suelen pasar estas cosas”.
Agencias