La disputa entre los familiares del delantero paraguayo Salvador Cabañas y un ex representante de éste por la restitución de los bienes del jugador continuó con acusaciones de ambas partes.
El conflicto por los bienes de Cabañas, goleador del América de México que se recupera del balazo que sufrió en la cabeza en enero pasado, se desató el miércoles pasado luego de que la esposa del futbolista, María Alonso, dijera a medios de prensa asuncenos que se encuentran “en la ruina”.
Alonso, que aseveró que su familia solo tiene dinero para alimentos hasta diciembre próximo, hizo esas declaraciones en el momento de anunciar la ruptura de la relación del deportista con su representante legal y empresarial, José María González.
La esposa del futbolista indicó que reclaman a González unos 2 millones de dólares que pusieron a su disposición en los últimos dos años para la compra de propiedades y otros bienes cuyos comprobantes de adquisiciones no les fueron presentados.
“Esto surgió después de la desconfianza, porque no nos mostraba los papeles. Es una pena, pero Salvador aún no sabe nada para no preocuparlo”, reveló Alonso con relación al representante, que había iniciado trámites para que el América pague el tratamiento y los salarios del jugador.
La mujer desveló que González administraba los bienes del jugador, incluso los premios otorgados por partidos, mientras que Cabañas disponía libremente de su salario mensual, unos 120 mil dólares, en el equipo mexicano.
Hasta antes del incidente, Cabañas, de 30 años, era una de las principales figuras del América y de la selección paraguaya en las eliminatorias previas al Mundial de este año en Sudáfrica y meses antes había inaugurado un lujoso complejo deportivo a las afueras de Asunción.
Alonso indicó en su día que el complejo deportivo de su esposo y una hacienda ganadera de la región del Chaco están administrados por González, quien salió al paso al afirmar que la familia Cabañas es la que le debe dinero y que libró al jugador de la cárcel por presunta evasión fiscal.
El ex representante, que tiene previsto reunirse este fin de semana con el abogado de Cabañas, Óscar Germán Latorre, ex fiscal general de Paraguay, aseveró que cuenta con todos los documentos que demuestran las transacciones que realizó a petición del jugador.
En cuanto a las aseveraciones de Alonso, expresó que “ella debe demostrar” lo que asegura y opinó que al parecer la esposa del jugador no se encuentra muy al tanto de las finanzas de su marido.
“Solo basta que nos serenemos y conversemos con el abogado de la familia”, dijo González, que recordó que ayudó a Cabañas cuando tuvo una dificultad con el fisco mexicano y que pagó la suma de 590 mil dólares y luego 110 mil dólares para evitar que sea encarcelado.
Alonso, en el momento de declarar que se encuentran en aprietos económicos, dijo que tiene pensado vender un Cadillac valorado en 50 mil dólares y un Nissan deportivo de 40 mil dólares del jugador para mitigar sus problemas económicos.
Por su parte, Latorre recordó que la esposa del futbolista viajó recientemente a México para informarse de las operaciones bancarias manejadas por González a nombre de su esposo y que esos datos serán contrastados con los documentos que le entregue el ex representante.
Los médicos que tratan a Cabañas indicaron el jueves en un comunicado que el jugador sigue evolucionando favorablemente a las terapias de recuperación y pidieron evitar exposiciones públicas y situaciones que incomoden al deportista.
Salvador asistió el jueves pasado al sorteo de la Copa Libertadores de América 2011 en la sede de la Conmebol, a las afueras de Asunción, donde recibió una distinción por haber sido goleador en las ediciones 2007 y 2008 con el América.
Cabañas recibió un disparo en la cabeza en un confuso incidente el 25 de enero pasado en el baño de un bar de Ciudad de México y estuvo más de ocho meses internado, primero en un hospital de la ciudad mexicana y luego en una clínica de rehabilitación en Buenos Aires.
El Universal
