Legisladores demócratas por Arizona buscan capitalizar el actual debate nacional sobre una reforma migratoria para tratar de desechar la ley antinmigrante SB 1070, que entró parcialmente en vigor en esa entidad en septiembre pasado.
Los demócratas en la Cámara de Representantes y en el Senado de Arizona sostienen que la SB 1070 es una vergüenza para esa entidad, perjudica el turismo y frena el desarrollo económico.
En junio de 2012, luego de un litigio de dos años, la Suprema Corte de Justicia de Estados Unidos autorizó la aplicación en Arizona de sólo uno de los cuatro grandes apartados de la SB 1070.
La Sección 2B de la ley antiinmigrante, en la que se autoriza a los policías de esa entidad a revisar el estatus migratorio de una persona detenida si existen sospechas razonables de que sea indocumentada, entró en vigor el 18 de septiembre de 2012.
Los demócratas en la legislatura estatal buscarán derogar dicho apartado, aunque reconocen que será difícil, sino imposible, lograr su propósito, debido al dominio republicano en ambas cámaras del Congreso de Arizona.
Los republicanos “nos están diciendo absolutamente que no”, dijo el senador estatal Steve Gallardo, autor de un proyecto de ley para revocar la SB 1070, en el segundo año consecutivo en que se intenta hacerlo.
Los republicanos en la legislatura estatal argumentan que la ley es una buena política y cumple lo que se supone que debe cumplir: detectar y frenar la inmigración ilegal.
El senador demócrata Gallardo consideró que los líderes del Partido Republicano no dejarán que su proyecto de ley sea escuchado en el pleno de la legislatura.
El proyecto de ley de Gallardo no está asignado incluso a ningún comité senatorial, el primer paso para que pueda continuar hacia el pleno.
Gallardo sostuvo que se requiere el apoyo del público para obligar a los republicanos a debatir la SB 1070.
(Notimex)