La presidenta argentina, Cristina Kirchner, y su par de Brasil, Dilma Rousseff, firmaron este lunes un acuerdo para la construcción conjunta de dos reactores nucleares con fines científicos y de investigación, según anunciaron ambos gobiernos en Buenos Aires.
El convenio es uno de los 15 acuerdos suscritos durante la visita de la presidenta Rousseff a la capital argentina, la primera que realiza al exterior desde que asumió el 1 de enero pasado.
Según el acuerdo, cuyo texto divulgó el gobierno argentino, ambos reactores tendrán como fin “la producción de radioisótopos, de ensayos de irradiación de combustible y materiales, y de investigación con haces de neutrones“.
Su construcción será proyectada en forma conjunta por las estatales Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) argentina y la brasileña Comisión Nacional de Energía Nuclear (CNEN), y tendrán diseño y potencia similar (30 MW).
El acuerdo busca que ambos países realicen los proyectos en conjunto para “reducir costos, esfuerzos y lograr una mayor eficiencia en el proceso”.
Sobre la base de estudios preliminares, ambos gobiernos estiman que “la ejecución del proyecto básico de ingeniería de las piezas comunes proporcionará un ahorro del orden del 20% para cada país”.
Los proyectos se realizarán sobre la base del reactor multipropósito que Argentina construyó para Australia en 2006, al ganar una licitación internacional en una operación por 180 millones de dólares, la mayor venta al contado de una planta de tecnología de avanzada, llave en mano, realizada por el país.
Argentina tiene una vasta experiencia en la construcción de reactores para uso científico, el primero de ellos, puesto en marcha en 1957 para la producción de radioisótopos de uso medicinal e industrial, representó un hito en América latina.
El Economista