Brasil desplegó 400 mil miembros de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado para garantizar la celebración de la primera ronda de los comicios generales, que comienza mañana en todo el país.
La cifra fue anunciada por el Tribunal Superior Electoral (TSE), encargado de asegurar que el proceso se desarrolle con todas las garantías democráticas, incluso en las circunscripciones más violentas del país.
El contingente, en el que hay policías militares, federales e incluso 30 mil militares, tendrá una presencia especialmente notable en Río de Janeiro, escenario las últimas semanas de enfrentamientos armados entre la policía y narcotraficantes.
Al menos cinco personas murieron en Río de Janeiro desde el martes pasado como consecuencia de la violencia, mientras las escenas de pánico y caos en un enfrentamiento entre el propio Ejército y los narcotraficantes ocuparon las portadas de diarios e informativos.
La Avenida Brasil, una de las principales arterias de acceso a Río de Janeiro en el norte de la capital, tuvo que ser cerrada el miércoles durante media hora durante la tarde, al comenzar un tiroteo entre narcotraficantes y militares.
El Ejército desplegó incluso vehículos blindados para hacer frente a los narcotraficantes del Complejo de Maré, un enjambre de chozas que se extiende por varios kilómetros y en el que viven 130 mil personas.
Lejos de ser un caso aislado, la violencia en las favelas de Río de Janeiro ha reaparecido en la última semana, con intervenciones policiales armadas, incluso en la zona más burguesa de la ciudad, en la comunidad de Rocinha, supuestamente “pacificada” por la ocupación de la policía militar. –
Agencias