Los factores que impulsaron el nombramiento de Ernesto Araújo son su devoción por Jair Bolsonaro y por Donald Trump
El nombramiento del diplomático Ernesto Araújo como futuro canciller de Brasil supone una clara señal del presidente electo, Jair Bolsonaro, de que quiere alinearse con Estados Unidos, y anticipa posibles focos de espacios diplomáticos-comerciales con socios tradicionales del país.
Araújo, de 51 años y con rango de embajador a pesar de no haber comandado nunca una legación brasileña en el exterior, estuvo destinado en misiones en Bruselas, Alemania, Canadá y Estados Unidos.
Con 29 de experiencia en la cancillería, Araújo dirige actualmente el departamento de Estados Unidos, Canadá y Asuntos Interamericanos del Ministerio de Relaciones Exteriores.
Los factores que impulsaron a Araujo en forma inesperada hasta uno de los puestos más importantes del futuro Ejecutivo son su devoción por Bolsonaro y por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y sus críticas extremas a la izquierda.
Considerado en la cancillería como trabajador y de trato afable, la figura de Araújo fue motivo de polémica en los últimos meses por sus opiniones expresadas, sin reparos, ni anonimato, en un blog en el que asocia en una serie de artículos a Dios, el nacionalismo y el presidente Trump con “la salvación de Occidente”.
“El presidente Donald Trump propone una visión de Occidente no basada en el capitalismo y la democracia liberal, sino en la recuperación del pasado simbólico, de la historia y de la cultura de las naciones occidentales”, escribe Araújo, que asegura que “Brasil debe reflexionar y definir si hace parte de ese Occidente”.
A imagen y semejanza de los emblemas de Trump en Estados Unidos, Araújo también ensalza el patriotismo en Brasil, y asegura que “el remedio es volver a querer grandeza. Hinche el pecho y diga: Brasil Grande y Fuerte”.
A pesar de declarar su apoyo a Bolsonaro durante la campaña, a quien Araújo percibe como un “salvador” de Brasil, fueron sus opiniones extremas contra el Partido de los Trabajadores (PT), que gobernó Brasil entre 2003 y 2016, lo que le valió más críticas.
Su elección ante otros candidatos moderados, de mayor rango dentro de la cancillería y con posiciones pragmáticas (no ideológicas) en la búsqueda de nuevos socios comerciales para Brasil, estuvo impulsada por los hijos de Bolsonaro, quienes llegaron a “entrevistar” a Araújo para el cargo antes de hacerse público la víspera.
Su nombramiento supone una indicación clara de que Bolsonaro quiere alinearse con Estados Unidos de la era Trump, a pesar de que el presidente estadounidense acumula patios en la escena internacional, de Europa a Irán o China.
Para Brasil, con menos poder de negociación que la mayor economía y potencia militar del planeta, el alineamiento con la Casa Blanca puede suponer un alto costo.
En particular en materia comercial, donde el mundo árabe –gran comprador de carne halal brasileña- advirtió que podría tomar represalias si Bolsonaro traslada de Tel Aviv a Jerusalén la embajada de su país en Israel.
Fuente: lopezdoriga.com