Son las 12:00 horas en Huautla de Jiménez, comienzan a escucharse los cohetones, y a propagarse el olor del copal en los hogares, las velas se encienden y ese sentimiento entre alegría y melancolía aparece y puede percibirse en todos lados; ¡ya llegaron los angelitos!
En este pueblo enclavado en la Cañada de Oaxaca, La fiesta de ”Todos Santos y Fieles Difuntos” son fechas que no sólo remiten al recuerdo, también son tiempos de reconciliación y armonía, pues algo importante sucede; ellos, los que se adelantaron en el viaje eterno, regresan dando mensajes de amor y de paz a los que aún viven, vuelven desde el más allá a visitar a sus familiares, pedirles que no los olviden, que no se hagan daño y que sigan el ejemplo de hermandad que les heredaron sus ancestros.
Todo lo hacen posible las arraigadas costumbres de los mazatecos, que como cada año, este domingo, dieron inicio a 3 de los días más importantes del año; 31 de octubre, 1 y 2 de noviembre, en los que se vela a los Fieles Difuntos.
Justo al medio día del 31 de octubre, a los niños que fallecieron se les dio la bienvenida al mundo de los vivos, se pusieron en las ofrendas alimentos recién hechos, se elevaron oraciones pidiendo por sus almas, se encendieron las velas y el copal para guiarlos en el camino, se abrieron puertas y ventanas para dejarlos pasar y se escuchó el tronar de los cohetones en señal de alegría.
Mientras unos se quedaron en casa haciendo los tradicionales Tamales de Tezmole, otros se dirigieron al panteón municipal a velar a los angelitos; colocaron flores, encendieron velas y veladoras; y se dispusieron a convivir con ellos.
“Hoy empieza la resurrección” expresó el locutor de la radio comunitaria, dando paso a música de los Huehuentones “gente que brota del ombligo de la tierra”; personajes disfrazados que representan a los muertos y entonan cantos en Mazateco al son de violines y guitarras.
Durante todo el día se veló a los angelitos, en las casas se reunieron las familias y se degustaron los tamales calientitos acompañados con una buena taza de café; este 1 de noviembre, a la misma hora, se despedirá a los angelitos y se recibirá a los adultos, que se quedarán por un día disfrutando del mundo de los vivos.