Dos años tardó Joseph Ratzinger en responder al ensayo Caro Papa, ti scrivo (Querido Papa, te escribo), publicado en 2011 por el matemático italiano Piergiorgio Odifreddi, en el cual el autor -quien es ateo- analiza diversas aseveraciones del ahora Papa emérito, tratando de confrontar la visión lógica-científica del mundo con la visión teológica-metafísica del credo religioso, consignó la agencia Efe. Se trata de las primeras reflexiones de Benedicto XVI de las que se tiene constancia desde que el pasado 28 de febrero renunciara como máximo líder de la Iglesia Católica.
En la misiva, de 11 páginas, algunos de cuyos extractos fueron publicados ayer por el diario romano La Repubblica, el Pontífice emérito se refiere a las acusaciones de pedofilia contra religiosos. “En lo que concierne a su mención del abuso moral de menores por parte de sacerdotes, sólo puedo, como sabe, reconocerlo con profunda consternación. Pero nunca traté de encubrir estas cosas”. Según la agencia Reuters, es primera vez que él habla en primera persona sobre estos casos que han afectado a la Iglesia.
“Que el poder del mal penetre hasta este punto en el mundo interior de la fe es para nosotros un sufrimiento que, por una parte, no podemos soportar y, por otra, nos obliga a hacer todo lo posible para que hechos de este tipo no se vuelvan a repetir”, agrega Joseph Ratzinger, quien llevó a cabo durante su pontificado (2005-2013) una política de tolerancia cero frente a las denuncias sobre casos de pedofilia en la Iglesia, ello pese a que todavía algunos familiares y víctimas sostienen que Joseph Ratzinger no hizo lo suficiente para detener los abusos, tanto durante el tiempo que dirigió a los católicos como cuando estuvo al mando de la Congregación para la Doctrina de la Fe (1981-2005).
En la carta facilitada a La Repubblica por Odifreddi, el Papa emérito añade: “Tampoco es tranquilizador saber que, de acuerdo con la investigación de sociólogos, el porcentaje de sacerdotes culpables de estos crímenes no es mayor que aquel encontrado en otras profesiones… En cada caso, no se debe presentar ostentosamente esta desviación como si se tratara de una suciedad específica del catolicismo”. Según Ratzinger, “si no es lícito callarse ante el mal dentro de la Iglesia, tampoco lo es callarse sobre la gran estela de luminosa bondad y pureza que la fe cristiana dejó tras de sí a lo largo de los siglos”.
Junto con disculparse por la tardanza en la respuesta, en la misiva, Benedicto XVI dice haberse sorprendido por “cierta agresividad” y lo “enfático” de los postuladosque el científico plantea ensu ensayo, que según la editorial Mondadori es una “memorable introducción al ateísmo”.
Ratzinger pide a Odifreddi “recordar que una función importante de la teología es mantener la religión ligada a la razón, y la razón a la religión”. “Si usted cuestiona que no sabemos, después de todo, nada sobre Jesús y que, como figura histórica no es contrastable, sólo puedo invitarlo a que sea más competente desde el punto de vista histórico”, agrega el Papa emérito, quien finaliza la carta con “mis mejores deseos para su trabajo”.
Agencias