Los mexicanos que beben en exceso, es decir, más de cinco copas por ocasión, mínimo una vez por semana, suman 35 millones, de los que 6 millones ya se encuentran en la etapa crónica de la adicción, catalogada como enfermedad por la OMS, de acuerdo con un balance presentado por el Movimiento 24 Horas de Alcohólicos Anónimos (AA).
El informe de AA —que se sustenta en una encuesta propia, cifras de la Encuesta Nacional de Adicciones y datos actualizados del Consejo Nacional contra las Adicciones— también reporta que alrededor de 422 mil menores de edad tienen un problema serio con el alcohol, a pesar de que es ilegal tomar antes de los 18 años.
El documento destaca que de 2008 a 2011 el número de adolescentes hombres dependientes del alcohol se duplicó al pasar de 3.1 a 6.2 por ciento.
“Los jóvenes empiezan a beber en su casa, pues ahí el consumo se hace con mayor facilidad; por otro lado, el acceso al alcohol está por todas partes, hay una gran cantidad de expendios que han abierto para comerciarlo y que también se lo están vendiendo a menores. Son asuntos que debemos atender”, destacó Ricardo Nani, quien preside la Central Mexicana de Servicios Generales de AA.
Un aspecto importante del estudio, dado a conocer en el contexto del 78 aniversario de la organización, es que 77 por ciento de los que consumen alcohol en exceso lo ingieren durante reuniones de trabajo, además de los fines de semana o en fiestas. Algunos incluso comienzan a tomar el jueves y terminan el domingo.
MUERTES RELACIONADAS
El informe de AA también destaca que 36 por ciento de los delitos y 57 por ciento de los suicidios están estrechamente relacionados con las bebidas embriagantes.
“A ello se suman los percances viales. La principal causa de muerte de jóvenes entre 15 y 30 años de edad es por accidente vehicular en el que se encuentra involucrado el alcohol, en promedio mueren al año alrededor de 27 mil personas en el país por esa causa”, abundó Nani.
De acuerdo con la organización, el alcohol está directamente relacionado con cinco de las 10 principales causas de muerte en el país, incluyendo la cirrosis hepática, que cada año ocasiona 13 mil fallecimientos, sobre todo en varones de 35 a 45 años.
Los miembros del Movimiento 24 Horas de AA explicaron que cada año se suman a las filas del los que beben en exceso 1.7 millones de mexicanos.
También calculan que más de 160 mil horas hombre quincenalmente se pierden por alcoholismo, lo que impacta en la productividad del país, mientras que 15 por ciento del ausentismo laboral es provocado por la adicción a las bebidas embriagantes.
Por ello, afirmaron, las estrategias contra el alcoholismo deben ir más allá de una prohibición, ya que se trata de una droga legal y socialmente aceptada; sin embargo, son necesarias más campañas de prevención que reflejen que una copa puede ser suficiente para que una persona se haga dependiente de la sustancia y, a pesar de que el trastorno es progresivo, son pocos los que reciben una atención integral de rehabilitación.
Las estadísticas dadas a conocer por AA revelan que únicamente 6.8 por ciento de los enfermos ha recibido tratamiento. En cuanto al género, hay 2.2 hombres con la dependencia en tratamiento por cada mujer.
ADICCIÓN EN EL PAÍS
La cerveza sigue siendo la bebida con alcohol que más escogen los mexicanos, pues la consume 41 por ciento de las personas (más de la mitad de la población masculina y una tercera parte de la femenina).
En las preferencias de alcohol siguen los destilados como brandy, tequila, ron o wisky. En menor medida se ingieren los vinos de mesa, las bebidas preparadas, el pulque y otros fermentados.
El informe de AA también destaca la relación de la sustancia con la violencia intrafamiliar, ya que en 15 por ciento de los casos de niños que son maltratados, el padre o madre golpeadores también son bebedores excesivos.
Las encuestas nacionales establecen que el alcoholismo sigue incrementándose en las mujeres, actualmente una de cada 100 mexicanas es alcohólica.
En la población adolescente el consumo por género se ha emparejado, ya que 69.4 por ciento de las menores en secundaria y bachillerato suele beber, mientras esa misma cifra en los hombres es de 68.2 por ciento.
“El alcoholismo es un problema que puede ser definido como una compulsión física por beber que está aparejada a una obsesión mental, es decir, un deseo de alcohol supera la capacidad para controlarlo”, destacó Nani.
“La medicina puede lograr la rehabilitación física del alcohólico, pero no puede quitar su obsesión por beber; es también un padecimiento de la conciencia, porque el enfermo no repara en su enfermedad ni en el sufrimiento que ocasiona”, concluyó.
Agencias