El Papa Benedicto XVI firmó hoy el decreto con el cual reconoció un “milagro” cumplido por la intercesión de Juan Pablo II y aprobó su elevación a los altares como beato durante una ceremonia el 1 de mayo próximo.
Según informó la sala de prensa del Vaticano, la autorización tuvo lugar durante una audiencia que concedió el pontífice en el Palacio Apostólico de Roma al prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, cardenal Angelo Amato.
El “milagro” se trata de la curación instantánea, completa y duradera de una forma grave de mal de Parkinson de la monja francesa Marie Simon-Pierre, ocurrida en 2005, pocos meses después del fallecimiento de Karol Wojtyla el 2 de abril de ese año.
El vocero del Vaticano, Federico Lombardi, explicó a la prensa que la fecha de la beatificación fue elegida personalmente por Benedicto XVI porque ese día la Iglesia católica celebrará la fiesta de la Divina Misericordia, muy estimada por Karol Wojtyla.
De hecho fue Juan Pablo II quien elevó al rango de santa el 30 de abril del 2000 a su compatriota sor Faustina Kowalska, la monja polaca que tuvo las visiones del corazón de Cristo que dio origen a la devoción a la Misericordia.
La ceremonia de canonización de ese año tuvo lugar justamente el primer domingo después de la Pascua católica, fecha que a partir de ese momento fue declarada por el obispo de Roma como “el domingo de la Divina Misericordia” en la Iglesia universal.
Providencialmente el “Papa peregrino” falleció el 2 de abril de 2005, la noche del sábado en la víspera de esa misma festividad.
Lombardi explicó que, con la beatificación anunciada este día, “la Iglesia reconoce que Karol Wojtyla dio un testimonio eminente y ejemplar de vida cristiana, es un amigo e intercesor que ayuda al pueblo en camino a dirigirse a Dios y a encontrarlo”.
“Por cuánto extraordinarias, no son tanto las obras de Juan Pablo II a llamar nuestra atención, cuánto su propia fuente espiritual, su fe, su esperanza y su caridad”.
El vocero papal apuntó que El Vaticano aún no tiene decidido qué día del año se recordará su memoria en el calendario católico y anticipó que la decisión al respecto compete a la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos.
Además precisó que en las próximas semanas, antes del 1 de mayo, sus restos serán trasladados de las Grutas Vaticanas ubicadas en el subsuelo de la Basílica de San Pedro, donde actualmente se encuentran, a la capilla de San Sebastián en el interior del mismo templo.
“Su vida y su pontificado fueron recorridos por la pasión de hacer conocer al mundo entero en el cual vivió –el mundo de nuestra dramática historia al traspaso de los milenios- la consoladora e inspiradora grandeza de la misericordia de Dios”, estableció.
