* Los peores entre los peores políticos sepultan la permanencia democrática de AMLO en el poder. Es el caso de las famiglias mafiosas Bartlett Díaz y Bartlett Álvarez, así como la de Carlos Lomelí y su esposa Karina Navarro.
* A semejanza del ex priísta, Enrique Peña Nieto con la Casa Blanca y la masacre de Ayotzinapa, el Bartlettgate, será el escándalo de corrupción del gobierno de Andrés Manuel López Obrador en la Cuarta Transformación.
La corrupción es consubstancial a la naturaleza humana. Forma parte de las miserias de la condición humana. Nunca lograremos humanamente, por tanto, terminar con la corrupción.
En consecuencia, si bien ésta es una realidad, no es menos cierto que se puede acotar y abatir.
La corrupción avariciosa, sin llenadera ni límite alguno, debe ser sancionada enérgicamente.
Al igual que el resentimiento, el odio y la venganza en tanto cuanto detonante de la dignidad y el orgullo bien entendido, es factor de crecimiento y desarrollo humano personal, familiar y social.
Lo peor de las mafias familiares de las cúpulas de la partidocracia impusieron en el poder a Andrés Manuel López Obrador. Lo hicieron por igual los “chaqueteros” de izquierda y de derecha.
Y los peores entre los peores sepultan su permanencia de manera democrática. A quien lo dude, ahí está el caso concreto de la famiglia mafiosa Bartlett Díaz y Bartlett Álvarez. Y no son los únicos.
A la fortuna inmobiliaria por más de 800 millones de pesos incluyendo la casa de campaña de AMLO, se ha venido a sumar el escándalo por la venta de ventiladores al IMSS en Hidalgo.
A semejanza del ex priísta, Enrique Peña Nieto con la Casa Blanca y Ayotzinapa, el Bartlettgate, será el escándalo de corrupción del gobierno de López Obrador en la Cuarta Transformación.
A riesgo de escandalizar a las hipócritas buenas conciencias y a los políticamente correctos chairos, también fracasó el presidente de la esperanza de cambio real y positivo en la tercera alternancia.
El defenestrado superdelegado presidencial en Jalisco Carlos Lomelí Bolaños con su esposa Karina Lucía Navarro Pérez acapara la venta de medicinas, a través de sus empresas Solfran y Lomedic.
AMLO ha fracasado rotundamente en garantizar la seguridad pública. El crimen organizado y el narcotráfico matan más mexicanos y oaxaqueños que la pandemia del coronavirus COVID-19.
Ahora, se ha venido a sumar, a querer o no guste o no, el fracaso en materia sanitaria por la nueva cepa del SARS-COV2. Sin embargo, el mayor fracaso sigue siendo el combate a la corrupción.
Obsesionado patológicamente por el poder por el poder mismo, insistirá en hacerlo de forma antidemocrática. Es decir, de manera autoritaria, imponiendo la dictadura de la 4T, sin Morena.
López Obrador es un excelente tahúr. Y como todo buen fullero, siempre cuenta con una o más cartas bajo la manga. Reserva los ases de espada y de bastos para momentos clave del juego.
Para sustituir al Movimiento de Regeneración Nacional tiene ya la inminente autorización del registro del Partido Fuerza Social por México en el que se refugiará y será su nueva plataforma.
Se deshizo en sus manos el Movimiento de Regeneración Nacional. La corrupción de las tribus provenientes del PRD pudrió a Morena. En, realidad, es lo de menos. Es sólo un membrete.
Poco o nada importa. La fuerza real es Andrés Manuel López Obrador. Por eso, como Presidente de la República sigue en intensa y permanente campaña desde el púlpito de la “mañanera”.
El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) regresó los ventiladores que su delegación en Hidalgo compró a la empresa Cyber Robotics Solutions, propiedad de León Manuel Bartlett.
El precio acordado por cada uno de los 20 ventiladores, fue de 1.5 millones de pesos, el costo más caro, que se ha registrado en las compras del Gobierno federal, durante la adquisición de insumos médicos para la emergencia sanitaria.
A través de una tarjeta informativa, se especificó que el pasado 8 de mayo, se levantó el acta administrativa para la devolución de estos equipos, los que ya fueron entregados al proveedor.
Por lo que al momento no se ha erogado ningún recurso por este contrato, ya que de acuerdo a los lineamientos del Seguro Social, no hay pagos anticipados a proveedores, informó Excélsior.
El IMSS añadió que derivado de la revisión técnica de los equipos, el Órgano de Operación Administrativa Desconcentrada en Hidalgo, determinó que los ventiladores, no reúnen los requerimientos y características técnicas-funcionales acordadas en el contrato.
Tras aplicar el acta de rechazo, el IMSS reafirmó su compromiso con la transparencia en cada uno de sus procesos de adquisición y asegura que por ningún modo dará pie a actos de corrupción.
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