Para proteger a la economía mexicana de factores de riesgo externos, el Banco de México (Banxico) renovará la línea de crédito flexible contratada con el Fondo Monetario Internacional (FMI), anunció este miércoles el gobernador del banco central, Agustín Carstens.
“Dada la buena reputación de México en el manejo sólido en materia macroeconómica, nos hace acreedores al voto de confianza del FMI para renovar la línea de crédito en los mismos términos en los cuales se tiene contratada la línea actual, incluyendo los montos”, manifestó.
El 14 de marzo de 2010 el organismo financiero internacional otorgó una ampliación en la línea de crédito de carácter precautorio a México a 73,000 millones de dólares (mdd) por dos años, desde el monto inicial de 48,000 mdd con que se contrató ese instrumento.
El gobernador del Banxico precisó que es muy probable que antes de que inicie la próxima administración se pueda haber renovado esa línea de crédito flexible.
“Vamos bastante avanzados en la discusión y (la renovación) no tendría ninguna condicionalidad porque México ha mantenido sano y fuerte su marco macroeconómico, que es la condición básica que pide el FMI”.
Al presentar el informe sobre el Sistema Financiero, destacó que la línea flexible es una faceta de crédito del FMI que busca incentivar el buen manejo macroeconómico de aquellos países que tengan una historia favorable en esta materia y “son aquellos a los cuales el FMI está dispuesto a ofrecerle un monto importante de recursos sin condicionalidad”.
Advirtió de los problemas que aún prevalecen en el ámbito internacional. En Europa, dijo, “estamos ante una mezcla de problemas de orden fiscal y financiero que interactúan entre sí”.
Hay un circulo vicioso en el cual, la debilidad del sistema financiero ha aumentado las presiones fiscales que han generado algunas medidas correctivas que, a su vez, debilitan el crecimiento económico y junto a los ajustes fiscales deteriora la debilidad del sistema financiero”.
Una solución ordenada requerirá la instrumentación de medidas de mayor calado como son: la integración fiscal y unificación bancaria, así como reformas estructurales y aumento de la competitividad para promover el crecimiento y reducir el desempleo.
En el caso de Estados Unidos, consideró que el problema más grave, que más atención ha atraído a los mercados es el de las finanzas públicas.
Recordó que ante el debate que se dio en el vecino país por el pronunciado déficit fiscal y un incremento muy considerable de la deuda pública neta y la falta de capacidad de los legisladores estadounidenses se decidió establecer ajustes automáticos que entrarían en vigor el 1 de enero de 2013 en caso de que no se llegue a un acuerdo.
“El problema es que ese ajuste implicaría recortes en las finanzas públicas de entre 3% y 4% del PIB de ese país, lo cual sumiría a esa economía en la recesión y tendría impacto en la economía mexicana”, advirtió el gobernador del Banxico.
En caso contrario, si EU no cae en el llamado “precipicio fiscal” observaría un crecimiento de 2% a 3%, pero “de darse los ajustes serían varios trimestres con crecimiento negativo y eso afectaría a México”.
Destacó que los tiempos políticos también están complicados, ya que se tiene corto tiempo de llegar, legislativamente, a una situación al problema del déficit y alertó que “estamos más cerca de una situación que podría convertirse critica y sería deseable que este tema se resolviera antes de que afectara esta medida (los recortes que entran en vigor el 1 de enero de 2013)”, subrayó Carstens.
Hay focos rojos y amarillos que tienen potencial de afectar a la economía nacional y al sistema financiero mexicano en su conjunto, alertó.
Sin embargo, expuso que México está bien pertrechado, con reservas internacionales record, la renovación de la línea de crédito flexible con el FMI; y “los sólidos fundamentos macroeconómicos que han permitido que la volatilidad externa no se contagie plenamente a México”.
Agregó que “hemos logrado cierto grado de aislamiento estos fundamentos están respaldados por políticas fiscales solidas, prudentes”, así como un sistema financiero que está funcionando bien y, por ello, consideró que los bancos en México adoptarán Basilea 3 el próximo 1 de enero de 2013, ya que tienen la capacidad para ello.
CNN