El Banco de México (Banxico) informó que los pronósticos de inflación en el país para 2011 y 2012 fueron revisados a la baja.
En la Minuta de la Junta de Gobierno del organismo para la toma de decisión de la política monetaria, señaló que si bien en las últimas semanas se registraron aumentos en algunos precios, en su mayoría ya estaban previstos en el pronóstico del Banxico.
También recordó que para el curso del año se anticipa que el efecto de estos incrementos en precios sobre la inflación será contrarrestado por aumentos de menor magnitud en los costos de otros bienes y servicios, de manera que la inflación general muestre tendencia a la baja.
Incluso, abundó el banco central, los pronósticos de inflación para 2011 y 2012 se han revisado a la baja respecto a los que se tenían en la reunión de noviembre de 2010.
Entre los factores que sustentan la decisión están el desvanecimiento del impacto inflacionario de las medidas tributarias y los ajustes a los precios y tarifas públicos a principios de 2010.
Mencionó el efecto favorable que se espera tenga la reciente negociación del incremento al salario mínimo sobre las alzas de los salarios contractuales y la eliminación del sesgo de sustitución en la medición de la inflación.
Subrayó también el patrón de comportamiento binanual que ha exhibido la inflación de las frutas y verduras en los últimos años, que sugiere que las altas tasas de inflación que se observaron en este subíndice en 2010 no se repetirán en 2011.
Además influirá la apreciación de la moneda nacional y una postura de la política monetaria congruente con la convergencia de la inflación al objetivo permanente de 3.0%.
Según el Banxico, todos los miembros de su Junta opinaron que el aumento en los precios de las materias primas, en especial de los alimentos y energéticos, representa un riesgo importante para la inflación en México.
En ese sentido, uno de los miembros dijo que en caso de que se presenten afectaciones a la inflación en el corto plazo -como resultado de cambios en los precios relativos de materias primas, y no un aumento generalizado de precios- no sería oportuno intentar contrarrestar dicho efecto con un ajuste en la política monetaria.
Argumentó que el impacto sobre la inflación sería transitorio y que las medidas de política monetaria, aún si se implementaran, difícilmente revertirían dichos aumentos debido al rezago con el que estas medidas surtirían efecto sobre la inflación y sólo se afectaría la recuperación económica.
Lo preocupante sería que los referidos incrementos llegasen a afectar las expectativas de inflación y por esta vía deteriorasen la dinámica de otras variables nominales en la economía y a la postre de la inflación, en cuyo casi sí sería procedente ajustar la postura de política monetaria, puntualizó Banxico.
El Universal