* Por su colaboración y amistad con el Premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz, Alejandro Murat tiene mayor visión global que Enrique de la Madrid y Luis Donaldo Colosio, aunque los diamantones del PRI impulsan en Vamos por México al panista Mauricio Kuri González.
* Por razones transexenales, el presidente Andrés Manuel López Obrador convirtió a Alejandro Murat en el “Cachorro de Morena en la Cuarta Transformación”. Ni Sheinbaum ni Ebrard, ni Monreal, mucho menos Adán Augusto, tienen el perfil requerido en un país de jóvenes.
Oaxaca sigue siendo laboratorio político nacional desde hace medio siglo. Por tal motivo, una vez más, está llamada a jugar desde ya un papel protagónico en la sucesión presidencial de 2024.
No es tan descabellado que Alejandro Murat pudiera ser presidente, después de Benito Juárez, Porfirio Díaz, Adolfo López Mateos, concebido en el ingenio Santo Domingo, y Gustavo Díaz Ordaz.
Ante la salida de Alito Moreno, Pepe y Alejandro Murat tienen que apoderarse de la dirigencia del PRI nacional y convertirla en aduana, plataforma y catapulta de su aspiración presidencial.
A acelerar la salida de Alito obedece la difusión por la gobernadora campechana Layda Sansores de los audios que implican a Alejandro con corruptelas, durante una charla con un tal “Pepe”.
Al margen de filias y fobias, no son simples buenos deseos, sino la conclusión del análisis de la realidad. La Gran Señora del Sur podría aportar a México el cuarto presidente de la República
A contracorriente de la opinión de muchos malquerientes en Oaxaca, más de Pepe Murat, que del propio Alejandro Murat, a la vista de todos están los hechos que dejan entrever esa posibilidad.
A riego de escandalizar a las buenas conciencias y a los políticamente correctos, el tiempo nos ha dado la razón, para rabia, de nuestros detractores que pretenden descalificar nuestros dichos.
Hasta hace aún poco tiempo, a algunos, sobre todo, a sus malquerientes, resultaba inverosímil que Alejandro Murat Hinojosa aspirara a la presidencia de la república. Se equivocaron rotundamente.
Como nunca antes, Oaxaca se convierte, por tanto, en arena política de la pugna nacional de los aspirantes a candidatos de la presidencia de los grupos del PRI y de Morena y sus partidos aliados.
Con el pretexto, aparentemente justificado, de apoyar a los candidatos de Morena en los seis estados que eligen Gobernador, Claudia Sheinbaum Pardo está en abierta campaña por el país.
A eso vino a Oaxaca la Jefa de Gobierno de la CDMX. Sin embargo, le ganó la mano Ricardo Monreal Ávila, excluido y marginado por López Obrador de la lista de elegidos como favoritos.
Hábilmente, como ocurrirá con Marcelo Ebrard, las bases del senador Salomón Jara destaparon a los dos como candidatos presidenciales y el candidato a Gobernador les levantó la mano.
Indispensable es recuperar la memoria histórica de los oaxaqueños para recordar que desde la década de los 70, durante el echeverriato, Oaxaca fue convertido en laboratorio político nacional.
Por razones geopolíticas estratégicas, hoy más que nunca, lo sigue siendo, por así convenir a los intereses político-económicos de las cúpulas del poder dentro y fuera del gobierno en turno.
Las razones geopolíticas estratégicas van desde la política de seguridad nacional de Estados Unidos en su patio trasero hasta garantizar la seguridad de las inversiones en el Corredor Interoceánico.
Por su colaboración y amistad con el Premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz, Alejandro Murat tiene mayor visión global que Enrique de la Madrid Cordero y Luis Donaldo Colosio Riojas.
Al mismo tiempo, por sus intereses inmobiliarios y financieros en Nueva York, Murat tiene más relaciones que de la Madrid y Colosio con actores en los centros de poder en Estados Unidos.
Además, práctico y pragmático, el todavía Gobernador de Oaxaca no tiene el sello tecnócrata neoliberal. De no ser candidato presidencial del PRI, Murat podría ser Embajador en Washington.
Esta es, a nuestro juicio, la razón de fondo por la que Oaxaca es el estado favorito del presidente Andrés Manuel López Obrador, con 28 visitas, como a ninguna otra entidad federativa del país.
Murat no estaba en
el afecto de López
Es indiscutible que con el invaluable apoyo de su padre, Alejandro Murat ha hecho su tarea. Al ser designado candidato del PRI a Gobernador de Oaxaca, no estaba en el afecto de Andrés Manuel.
El 29 enero de 2016 a las 9:56 p.m. AMLO tuiteó: “Designar al hijo de Murat como candidato del PRI en Oaxaca, demuestra que en vez de república existe una monarquía hereditaria y corrupta”.
Por razones transexenales, hoy, las cosas son totalmente diferentes, guste o no, el presidente convirtió a Alejandro Murat Hinojosa en el “Cachorro de Morena en la Cuarta Transformación”.
A las pruebas me remito: Después de su controvertido “autodestape”, durante la entrevista con López-Dóriga, López Obrador avaló la candidatura presidencial de Alejandro Murat Hinojosa.
Genialmente perverso, como siempre, López Obrador engaña con la verdad. Desde el púlpito de la mañanera, López Obrador destapó al Gobernador Murat como candidato del PRI, PAN y PRD.
Lo que no dijo el presidente es que, al no crecer su “delfina”, Claudia Sheinbaum, mantiene como as bajo la manga a su Gobernador consentido como candidato presidencial del PRIMOR nacional.
El mayor problema que enfrenta la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México en su aspiración presidencial es la muerte de 26 personas y cien lesionados en la caída de la Línea 12 del Metro.
Este obstáculo se hace extensivo al Secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard Casaubon, otro de los “elegidos” en la lista de aspirantes a la presidencia, dada a conocer por AMLO.
Es innegable que los astros se alinean nacionalmente a favor de Alejandro Murat. Tiene el perfil para enfrentar al priista salinista Enrique de la Madrid Cordero y al emecista Luis Donaldo Col.
Su fortaleza radica precisamente en el hecho que el presidente Andrés Manuel López Obrador no tiene entre sus “elegidos” un perfil similar al de Enrique de la Madrid y de Luis Donaldo Colosio.
Ni el Canciller Marcelo Ebrard Casaubon ni Claudia Sheinbaum Pardo, mucho menos Adán Augusto López Hernández, cuentan con un perfil semejante al de, De la Madrid Cordero y de Colosio Riojas.
Con Alito Moreno, Murat Hinojosa no tiene fácil amarrar la candidatura presidencial del PRI porque este quiere ser candidato presidencial, pero sí del PRIMOR, con apoyo de López Obrador.
Murat rompió con Alito al poner en riesgo la alianza con el PAN al acusar a sus dirigentes de “traidores a la patria”, para apoyar al presidente en la aprobación de la Reforma Eléctrica.
Alito dejó entrever que los gobernadores de Hidalgo y Oaxaca, quienes mantienen estrecha cercanía con el presidente López Obrador, serían expulsados del PRI si aceptan embajadas.
Sin embargo, las cosas cambiarán muy pronto a favor de Murat con la salida de Alito del PRI nacional, después de los pésimos resultados que entregará en las seis elecciones a Gobernador.
Fuentes del ‘círculo rojo’ nos revelaron que el PRI, PAN y PRD, han formado un frente amplio al que han incorporado a Movimiento Ciudadano, para postular a un candidato presidencial común.
Los partidos integrantes de la alianza “Vamos por México” han aceptado impulsar la candidatura presidencial del panista Mauricio Kuri González, a la que se ha sumado Movimiento Ciudadano.
Pese a los inentendidos resultados en su Gobierno, Murat vende nacionalmente el éxito del “Modelo Oaxaca” en materia de coordinación con AMLO y fortalecimiento del Pacto Federal.
@efektoaguila