Al menos 13 personas murieron como consecuencia del paso del tifón “Nari” por la isla de Luzón, la mayor del archipiélago que conforma Filipinas, que dejó pérdidas millonarias y más de dos mil personas sin hogar.
El tifón salió por el norte de Filipinas este sábado pero provocó que más de dos millones de personas se quedaran sin energía eléctrica, reportaron las autoridades.
En rueda de prensa, Mayor Rey Balido, portavoz de la Oficina Nacional de Gestión y Reducción de Desastres (NDRRMC), informó que cinco mil personas se encuentran en refugios administrados por el gobierno.
Los cortes de energía se registraron en al menos cinco provincias de Luzón, como Aurora, y los caminos se vuelven intransitables debido a las inundaciones, reportó el canal de noticias GMA News.
El paso del tifón “Santi”, como también se le conoce en Filipinas, ha dejado en tierra a dos mil 495 pasajeros que esperaban embarcarse en los puertos de Luzón, Tagalog y Bicol.
Después de barrer Filipinas, “Santi” se dirige hacia Vietnam en el Mar del Sur de China, con vientos máximos de 120 kilómetros por hora, anotó el servicio meteorológico estatal.
“Nari” que alcanzó vientos sostenidos de 120 kilómetros por hora y ráfagas de hasta 150 kiómetros por hora provocó corrimientos de tierra, desprendimientos, inundaciones y caídas del suministro eléctrico en más de 30 ciudades, explicaron las autoridades.
Seis personas murieron en las provincias norteñas de Pampanga, Tarlac y Nueva Ecija, incluido un anciano que quedó atrapado por una pared caída. En Bulacan perdieron la vida dos niños, que se ahogaron, y otro anciano, según el gobernador.
Una pared de barro cayó en un cuartel de la policía cerca de la ciudad de Magalang, matando a un oficial, mientras el cuerpo de un pescador que se había quedado dormido en su barco a la orilla del mar fue recuperado.
Otro hombre murió electrocutado por un cable de electricidad que quedó suelto en el camino, mientras que otro falleció de un ataque al corazón en un incidente que los funcionarios de desastres también lo atribuyeron al paso del tifón.
Otros tres pescadores que se hicieron a la mar antes de que el tifón golpeara las costas tampoco han regresado.
El tifón causó también inundaciones en aldeas y granjas en la principal zona de cultivo de arroz en el norte de Filipinas, aunque las autoridades no informaron de víctimas de inmediato.
Los daños o destrucción alcanzaron a unas 15 mil hectáreas de arrozales debido al temporal, según cálculos iniciales.
Soldados, policías y trabajadores de los gobiernos locales utilizan camiones militares para rescatar a los residentes en las comunidades inundadas en San Miguel y Minalin, en la isla de Luzon.
Agencias