El director general del ISSSTE, Luis Alberto Ramírez, mostró al Senado el panorama sombrío que vive la institución, con un pasivo que en sólo un año creció 168% y que incluye un adeudo de tres mil 538 millones de pesos a trabajadores que le ganaron juicios laborales y que le impide fondear las 33 obras hospitalarias que tiene inconclusas.
Ante el panorama negativo planteado por Ramírez Pineda, que incluye la existencia de demandas laborales que involucran siete mil millones de pesos, la inconformidad de trabajadores que exigen su basificación y su enojo por los pagos retrasados, el senador de Morena, Primo Dothé Mata le reprochó que en 100 días no haya sido capaz de comenzar a solucionar la situación del ISSSTE.
“Señor Ramírez, usted es parte del Poder Ejecutivo. El jefe del Ejecutivo tiene un respaldo popular inédito en la historia reciente. No es casual. Él conoce cada pueblo de este país y diario sale y sigue con el pueblo, se comunica con él. Él conoce al pueblo y el pueblo lo conoce a él, en nuestro país hay esperanza pero nada debe encubrirse cómodamente en la cascada de la esperanza del país, cada quien tenemos una responsabilidad.
“Los derechohabientes del ISSSTE se preguntan: ¿en 100 días no ha cambiado nada, en esta parte?, porque estamos hablando de personas, de su calidad de vida, del respeto a su dignidad humana, de su vida o de su muerte; pudo haberlo hecho desde hace 28 días o ayer mismo”, le dijo el legislador federal.
Ramírez Pineda expuso a los senadores que “el ISSSTE presenta, para 2019, un pasivo de alrededor de 20 mil millones de pesos; tenemos un rezago de inversión, en infraestructura, equipo médico, lo que ha generado la dependencia de servicios subrogados; tenemos una saturación de instalaciones y atención deficiente, y el modelo de salud está desarticulado y no corresponden al perfil de la población derechohabiente; es decir, falta de especialistas para atender enfermedades crónicas y a adultos mayores, como geriatras”.
El director del ISSSTE comentó que en el último sexenio, de 2012 a 2018, las transferencias federales se redujeron en 76%, al pasar de un apoyo de 15 mil 700 millones de pesos a cinco mil millones de pesos.
Detalló que en 2017 el pasivo fue por ocho mil 416 millones de pesos y para 2018 creció a 22 mil 598 millones de pesos —equivalente a 45% del presupuesto del gasto de operación del instituto para este 2019—, lo que implica un incremento de 168% (14 mil 182 millones de pesos) en un año.
El 30.43% de ese pasivo lo concentran las medicinas y productos farmacéuticos, con siete mil 48.2 millones de pesos, seguidos por 15.28% de los laudos laborales, que implican tres mil 538 millones de pesos.
“Existe una presión adicional al gasto por sentencias y resoluciones judiciales que ordenan al Instituto incrementar el monto de la pensión –13 mil 301 sentencias pendientes de cumplimiento, lo que equivale a más de dos mil 200 millones de pesos y 104 mil juicios en trámite, lo que significa más de siete mil millones de pesos”, dijo.
Excelsior