El ministro egipcio del Interior, Mohamed Ibrahim, compareció hoy ante los periodistas poco después de sufrir un atentado con explosivos contra el convoy en que viajaba, y calificó el suceso de “tentativa despreciable”.
En sus primeras declaraciones desde la sede del Ministerio del Interior, Ibrahim indicó que un artefacto con fuerte carga explosiva fue detonado al paso de su vehículo y causó heridas graves a varias personas, entre ellas un policía y un niño cuyas piernas fueron amputadas por el estallido.
Además, reveló que los cuatro vehículos del convoy resultaron destruidos en el atentado, que tuvo lugar en el barrio residencial de Ciudad Naser, en el este de El Cairo.
Según el ministro, también resultó herido grave un oficial de la policía, así como varios de los escoltas que lo acompañaban en el convoy.
“El laboratorio criminal ha asegurado que el artefacto utilizado contra el convoy es grande”, explicó el ministro.
Según pudo constatar Efe en el lugar del atentado, la calle Mustafa al Nahas, los destrozos materiales son de gran magnitud en los edificios cercanos y hay un buen número de vehículos calcinados.
La policía ha establecido varios perímetros de seguridad en torno a la zona, el primero de los cuales se halla a unos 500 metros del lugar de la explosión.
Los efectos del estallido son apreciables en un radio de un centenar de metros, y la onda expansiva ha llegado a romper ventanas de edificios alejados.
Además, por toda la zona del atentado se pueden encontrar piezas y partes pequeñas de automóviles, pese a que la versión oficial no ha confirmado que se tratase de un ataque con coche bomba.
El fiscal general de Egipto ha ordenado una investigación inmediata del ataque, y un equipo del Ministerio Público se ha desplazado hasta el lugar del suceso para abrir diligencias.
EFE