Doce personas murieron y 134 resultaron heridas en Egipto por un atentado con explosivos contra el cuartel central de la policía de Mansura, en la provincia norteña de Dakahliya, informaron fuentes del Ministerio de Salud y de Interior.
El primer ministro del país, Hasem al Beblawi, anunció que los responsables serán llevados ante la justicia. Los Hermanos Musulmanes condenaron el ataque y acusaron al gobierno de tratar de provocar “más violencia, caos e inestabilidad”. “Los Hermanos Musulmanes consideran este acto un ataque directo a la unidad de los egipcios que exige una investigación”, señaló el grupo islamista. Mansura se encuentra a 120 kilómetros al norte de El Cairo. El atentado es el peor registrado en el país fuera de la revuelta península del Sinaí y la zona del Canal de Suez.
El gobierno de Dakahliya señaló que parte del edificio se derrumbó a causa de la explosión y que eso provocó heridas a transeúntes que pasaban por allí. Fuentes se seguridad indicaron que uno de los heridos es el jefe de la policía de la provincia, el general Sami al Meihi. El portal de internet Al Ahram informó que dos bombas explotaron casi a la vez, una de ellas en un coche estacionado frente al lugar y la otra en el propio edificio. Un tercer explosivo no llegó a estallar.
El hecho de que los atacantes hayan podido colocar una bomba dentro de la central apunta a graves negligencias de seguridad por parte de la policía. Subraya esta hipótesis además el hecho de que los atacantes al parecer sabían que el jefe policial Al Meihi estaba en el edificio en ese momento.
Nadie se ha atribuido por ahora el atentado, que se produjo un día después de que el grupo extremista Ansar Beit al Maqdis, cercano a Al Qaeda, amenazara de muerte a soldados. Se cree que el grupo es el responsable de la ola de ataques de los últimos meses contra las fuerzas de seguridad en el Sinaí y la zona del Canal de Suez.
“Las manos negras que están detrás de este hecho quieren destruir el futuro del país”, afirmó el primer ministro Al Beblawi en el canal privado ONTV. “El Estado hará todo lo que esté en su mano para castigar a los criminales que han llevado a cabo, planeado y apoyado este atentado”. Al Beblawi y el ministro del Interior, Mohammed Ibrahim, evitaron esta vez señalar como culpables a los Hermanos Musulmanes del ex presidente Mohamed Mursi, destituido en julio.
Desde el golpe de Estado ha habido numerosos ataques contra las fuerzas de seguridad en Egipto, de los que el gobierno acusa en parte a los Hermanos Musulmanes y en parte a extremistas islámicos. Éste fue el segundo ataque en Mansura desde la destitución de Mursi. En octubre, hombres armados mataron a tres policías en un atentado contra un puesto de control en la ciudad.
Agencias