La Asamblea Nacional de Venezuela, dominada por los oficialistas, pidió abrir una investigación penal sobre el papel de la diputada opositora María Corina Machado en las protestas antigubernamentales que dejaron decenas de muertos.
Machado, una opositora de línea dura que exige la renuncia del presidente Nicolás Maduro, fue acusada por los legisladores oficialistas de media decena de cargos que van desde “traición a la patria” hasta “homicidio” e “incitación a la guerra civil”.
“Esa diputada es cómplice de asesinatos en este país”, dijo el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, quien la tildó de “fascista” y “terrorista”. La ingeniera industrial de 46 años escuchó en silencio, mientras decenas diputados oficialistas gritaban “¡justicia!.
Cabello pidió una votación a mano alzada y levantó la sesión para dirigirse a la Fiscalía General de la República a solicitar la apertura de la investigación.
La arremetida contra Machado es el último capítulo del duro enfrentamiento entre partidarios y opositores del gobierno en la polarizada nación de 29 millones de habitantes. Y ocurre al cumplirse un mes del arresto de Leopoldo López, junto con Machado, otro de los líderes de las protestas. (Lea también: Líder opositor venezolano Leopoldo López cumple un mes en la cárcel).
Falta aprobación de la Fiscalía
En una rueda de prensa, Machado sonó desafiante. Maduro, dijo, es un “dictador” que recibe órdenes del gobierno comunista de Cuba.
“Este ataque hacia mí es producto de un régimen aterrado frente a un movimiento ciudadano que no tiene precedentes”, dijo, vestida con un saco blanco y rodeada de simpatizantes que la aplaudían cada pocas palabras. “Si creían que con esto nos iban a doblegar, ahora somos invencibles”, añadió.
Para procesar a Machado será necesaria la aprobación de la Fiscalía y del Tribunal Supremo de Justicia, dijo un experto en derecho constitucional. Además, la Asamblea Nacional deberá despojarla de su inmunidad parlamentaria.
Miles de venezolanos han salido a las calles desde inicios de febrero para protestar por el desabastecimiento de productos básicos, la inflación de un 56 por ciento anual y la violencia fuera de control desde que Maduro llegó al poder hace un año.
El presidente dice que la oposición siembra el caos para provocar un golpe de Estado como el que sufrió en el 2002 su mentor, el fallecido expresidente Hugo Chávez.
A pesar de haber cobrado la vida de 29 personas y dejado cientos de heridos y 1.500 detenidos, las protestas no parecían amenazar al Gobierno de Maduro.
“No vamos a permitir impunidad”, dijo la diputada Tania Díaz, del Partido Socialista, al pedir la investigación. “Esas muertes se van a vengar (…) Esas muertes se van a pagar”.
En un aparente intento por reforzar sus argumentos, Díaz exhibió discursos donde Machado critica al gobierno y llamadas telefónicas interceptadas.
La decisión fue tomada durante una sesión para crear una Comisión de la Verdad, con la que el Gobierno busca investigar la violencia durante las protestas
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