Diana Méndez
Oaxaca, un estado conocido por su riqueza cultural y pluralidad religiosa, enfrenta un creciente desafío en torno a la intolerancia religiosa. Recientemente, diversos incidentes han puesto de manifiesto el conflicto entre comunidades religiosas, revelando tensiones que han escalado en actos de violencia y discriminación.
Como lo registrado con personas originarias de San Isidro El Arenal, municipio de San Juan Lalana, quienes han sido violentadas por profesar una religión distinta a la católica, las agresiones han derivado en la quema de su casa de oración, robo de teléfonos celulares y ganado, la destrucción de arbolado y cosecha y el encarcelamiento de diferentes evangélicos.
En relación al tema, el arzobispo de la Arquidiócesis de Antequera-Oaxaca, Pedro Vázquez Villalobos, manifestó tener desconocimiento de estos hecho, sin embargo, pidió que se respeten las creencias religiosas, por lo que exhortó a lo fieles creyentes católicos a respetar la fe de cada persona, y no realizar actos de violencia que no son aceptados por Dios.
En las últimas semanas, grupos de evangélicos han reportado agresiones y restricciones a su libertad de culto por parte de grupos con ideologías religiosas diferentes. Estas disputas han resultado en enfrentamientos físicos y han provocado un clima de miedo entre las comunidades afectadas.
Por lo anterior, el jerarca de la iglesia católica en la entidad, Pedro Vázquez Villalobos, dijo que tanto los evangelios como los católicos deben de respetarse, expresó que la violencia nunca es signo del amor de Jesucristo.
Cabe mencionar, que el gobierno estatal ha prometido tomar medidas para abordar estos problemas, pero la situación sigue siendo una preocupación para muchos. La tolerancia y el respeto a la diversidad religiosa son fundamentales para la convivencia pacífica en una región tan diversa como Oaxaca.