Artistas pensantes: Joel Hernández Santiago

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En el marco del Día Mundial del Agua el 22 de marzo, un  grupo de artistas, actores, cantantes, influencers, protestaron en redes sociales contra el cambio de ruta del Tren Maya porque, aseguran que destruye la flora y la fauna de la zona e impacta en los mantos acuíferos indispensables en la selva mexicana del sur y para la vida humana.

Están en el mensaje Kate del Castillo, Ofelia Medina, Eugenio Derbez, Natalia Lafourcade, Omar Chaparro, Bárbara Mori, Rubén Albarrán, Saúl Hernández, Ana Claudia Talancón, entre muchos otros, quienes participaron en una iniciativa de “Ecológicos y ambientalistas” preocupados por el cambio de ruta del tramo 5 del Tren Maya.

A la lectura, ellos se refieren al cambio de ruta sin estudios de impacto ecológico, sin estudios ambientales de vida humana, flora y fauna. Se habla de tala indiscriminada y mayúscula de árboles centenarios, maderas finas y grandes aportadores de oxígeno para la sobrevivencia humana. No están en contra del Tren Maya: sí en contra de ese cambio de ruta sin ton ni son, caprichoso, arbitrario y extremadamente peligroso.

Pero nada, que inmediato desde presidencia surgió la descalificación al grupo de firmantes al que acusa de formar parte de una campaña en contra del tramo 5 del Tren: “Ahora es el Tren Maya; convencen o contratan a artistas, a pseudoambientalistas, supuestamente preocupados por la defensa del medio ambiente y empiezan una campaña en contra del Tren Maya. Cuándo estos artistas, pseudoambientalistas, no se pronunciaron por la destrucción que se iba a llevar a cabo del lago Texcoco”, criticó el presidente el 23 de marzo en su Mañanera.

Algunos de los participantes del video contestaron de forma respetuosa pero contundente: no son pagados, no fueron contratados para ello; simple y sencillamente están preocupados por la enorme deforestación que produce y producirá la nueva ruta y en contra de los mantos acuíferos que son vida para fauna y flora.

Pero a las críticas de Palacio Nacional, se sumaron inmediato las huestes de la 4-T que en redes sociales y por todos los medios descalificaron a los actores y cantantes acusándolos de ‘traidores a la patria’, entre otras ‘lindezas’.

Y ya puestos en lo institucional, un grupo de legisladores de Morena solicitó al Instituto Nacional Electoral –al mismo que quieren desaparecer por mandato supremo–, que sancione a estos artistas por “estar haciendo campaña en contra de la consulta de Revocación de mandato del 10 de abril”. Nada que ver.

El INE contestó que no es el caso, que no tiene que ver con propaganda en contra del proceso democrático, como tampoco podría sancionar a otros actores-actrices-cantantes que hacen propaganda en favor de que la gente asista a la consulta del 10 de junio y a dar el “si” con su voto.

En nada contribuyen estos alardes de obediencia Morenista en momentos que parecen más de desesperación que de consolidación política y de gobierno. La idea original –se dijo- era que “si el pueblo bueno decidía que a mitad del camino se tendría que ir el mandatario, así sería” y para ello se inventó una consulta millonaria en recursos materiales, financieros y humanos, e inútil.

Hay, por otra parte, una enardecida y angustiante campaña nacional, no para la revocación del mandato, como propuso el mismo Ejecutivo, sino en favor de que la gente salga a votar para que siga en el gobierno: cosa distinta. La intensa propaganda y los mensajes personales, o incluso institucionales se orientan a mostrarle ¿a quién? que se valora y se aprecia al presidente y su obra ¿para qué?

La obra del presidente deberá valorarse por sus resultados; no segmentados; no parcializados y orientados a un sector de la población nacional, en un país en el que todos somos mexicanos y hayamos votado o no por el mandatario, es el presidente de México, para todos los mexicanos.

Y es ahí en donde radica la valoración cierta. Un presidente –se entiende en democracia– trabaja por todos los habitantes del país, simpatizantes o adversos –esto es así –.

Debe garantizar la estabilidad y la unidad nacional; debe propiciar mejores formas de vida y de salud para todos; educación, trabajo, seguridad, justicia, igualdad, desarrollo científico y tecnológico,  productividad industrial y agraria, incremento en los servicios pagados. Armonía y paz.

Debe mantener la seguridad nacional y la soberanía nacional a salvo mediante políticas exteriores plurales, amplias y fortalecidas en beneficio de todos aquí… Y tanto más.

Garantizar estos resultados en positivo porque son ciertos, reales, tangibles y no sólo en discurso es la prueba de que un pueblo-país-nación están contentos con su gobernante. Y de ninguna manera se puede forzar a obtener esas simpatías y esa aprobación mediante campañas dirigidas y sesgadas en un sector de la población nacional.

En todo caso, los mexicanos, todos, pero sobre todo los ciudadanos con derecho a voto, serán los que decidan si se aprueba o no esta gestión y a este gobierno en 2024. Si es sí: albricias, habrá sido un gobierno ejemplar; si es no, deberá aceptarse el resultado y no confrontar a los mexicanos.

En lo que respecta a. grupo de artistas que llaman la atención sobre el posible daño ecológico de la nueva ruta del Tren Maya, deberá tomarse muy en serio esta posición y si es como dicen, entonces buscar soluciones, evitar los daños y reconocer errores para garantizar el buen gobierno.

No acusarlos. No señalarlos. No generar discursos de odio en su contra. Sí, aceptar sus observaciones y preservar la vida de la flora, fauna y humana en la zona maya y en todo el país.