09:04 Pocas selecciones tienen tanto que demostrar en la Copa del Mundo como la Argentina, así lo han reconocido los futbolistas antes del debut de hoy frente a Nigeria, tan preocupados por borrar la mala imagen previa a la justa más importante del orbe como por el rival que se les plantará en la cancha.
El tortuoso camino hacia el Mundial de Sudáfrica minó los ánimos de una plantilla plagada de estrellas y puso en la cuerda floja a su técnico, el polémico y discutido Diego Armando Maradona, al que acusaron de no saber conformar un equipo ganador pese la tremenda calidad de sus jugadores.
Ahora, los argentinos aseguran que su preparación en Pretoria les ha servido para conocerse, unirse como grupo y adoptar el estilo con el que el entrenador busca levantar de nuevo el trofeo más prestigioso del futbol internacional, 24 años después de que Maradona lo lograra como jugador.
“Después de una eliminatoria en la que no jugamos bien para nada, yo esperaba este momento de tenerlos juntos. Me siento orgulloso de estar al frente de 23 hombres que saben perfectamente y tienen metido en la cabeza que hay un país que necesita una alegría”, reconoció el viernes Maradona.
Sin embargo, poco saben los aficionados de la posible mejoría de la albiceleste que al contrario que otras selecciones no ha disputado amistosos en las últimas semanas, lo que arroja dudas sobre su nivel deportivo pero les permite llegar al torneo sin bajas que lamentar.
De hecho, ni siquiera están seguros de qué 11 inicial saltarán el sábado al estadio Ellis Park, para disputar a las desafiantes Águilas Verdes de Nigeria los tres primeros puntos del Grupo B.
La estadística también les acompaña. En las dos últimas ocasiones que Argentina y Nigeria se midieron en fase de grupos de un Mundial, en 1994 y en el 2002, el resultado siempre favoreció a los sudamericanos. Aunque en ambos casos, su participación en el torneo terminó por ser claramente decepcionante y con mucho que deber.
Presión y más presión
Mientras Argentina llega al encuentro como clara favorita, los nigerianos se sacuden la presión y esperan que su músculo y arrojo les permita dar la sorpresa en su estreno mundialista, pese a la lesión de su mejor jugador, el mediocampista del Chelsea John Obi Mikel.
“No tenemos presión, Argentina es el equipo con presión. Nosotros vamos simplemente a disfrutar”, dijo el delantero Yakubu Aiyegbeni, quien ante la ausencia de Obi será la referencia en el ataque de los africanos.
Y si alguien va a sentir la presión entre los “pibes de oro” ese es Messi.
El propio Maradona dijo que el pequeño delantero argentino podría coronarse como el mejor jugador de todos los tiempo en esta Copa del Mundo, mientras todo el planeta futbol se pregunta si La Pulga podrá por fin emular con los colores nacionales sus espectaculares actuaciones en el Barcelona.
Si Argentina sufre o no de “Messi-dependencia” lo dirá el terreno de juego, donde Maradona todavía no revela cómo dispondrá a sus jugadores para enfrentar a un equipo “rudo y áspero”, como definió ayer a su contrincante.
Los expertos apuestan a una línea defensiva de tres para acomodar a Carlos Tévez junto a Messi y Gonzalo Higuaín en un formidable tridente ofensivo.
Pero los chicos de Maradona no sólo deben temer a los atléticos y musculosos nigerianos, propensos a salir en tromba al ataque dejando puntos débiles en la defensa, sino a la tensión de un debut en el que esperan demostrar que están listos para volver a hacer historia.
“De uno a diez, creo que estamos en 6,5… para después despegar”, resumió El Pelusa, para sacudirse la presión.
EL UNIVERSAL
