Amnistía Internacional aprobó una controvertida política de apoyo a la despenalización del comercio sexual tras rechazar las quejas de algunos grupos feministas de que esa postura equivale a defender la legalización de los proxenetas y la propiedad de los burdeles.
En su foro de toma decisiones en Dublín, el grupo de derechos humanos aprobó una resolución en la que recomienda la: “despenalización absoluta de todos los aspectos relacionados con el trabajo sexual consensuado”.
Su investigación, afirmó, apunta a que la legalización es la mejor manera de defender los derechos humanos de las trabajadoras sexuales.
“Reconocemos que este tema crítico de derechos humanos es muy complejo y por eso lo abordamos desde la perspectiva de la normativa internacional de los derechos humanos”, indicó Salil Shetty, secretario general de Amnistía Internacional.
“Asimismo consultamos con nuestro movimiento mundial para tener en cuenta los distintos puntos de vista de diversas partes del orbe”.
La decisión de Amnistía es importante porque el organismo aprovechará su influencia para cabildear entre los gobiernos en el mundo a fin de que acepten el punto de vista de la organización.
El anuncio de la política de Amnistía Internacional suscitó el rechazo de algunos grupos feministas, según los cuales la organización de derechos humanos ha cometido un grave error.
Los grupos, como la Coalición Contra el Tráfico de Mujeres (CATW, por sus siglas en inglés), con sede en Estados Unidos, afirmaron que aunque están de acuerdo con Amnistía en que no deben criminalizarse a las personas que ejercen la prostitución, la despenalización absoluta convertiría a los proxenetas en “hombres de negocios” que venderían con impunidad a las personas vulnerables.
“Es una bofetada a las sobrevivientes y los grupos que defienden los derechos de las mujeres en todo el mundo”, dijo Taina Bien-Aime, directora ejecutiva de la coalición.
Su frustración, agregó, no describe adecuadamente su sentir personal.
CATW publicó una carta abierta firmada por actrices como Kate Winslet y Meryl Streep, afirmando que la imagen de Amnistía se vería “gravemente dañada” si aprueba la resolución.
“Se pone más del lado de los explotadores que de los explotados”, según la resolución.
La organización Equality Now, defensora de los derechos de las mujeres, también está de acuerdo en despenalizar el trabajo de las prostitutas pero se opone firmemente a hacer lo mismo con clientes, proxenetas y administradores de burdeles.
Hace dos meses, Francia aprobó una propuesta de ley que prevé sancionar con multas a los clientes de prostitutas y busca mejorar la protección y la reinserción de las sexoservidoras.
Con ello se unió a la minoría de países europeos que castigan a los clientes de prostitutas, como Suecia, Noruega, Islandia, y Gran Bretaña.
En la mayoría de los otros países europeos, la prostitución está regulada o tolerada, como en Alemania, Austria, Holanda y Bélgica.
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