La casa del señor Andrés Santiago Santiago y su esposa Erenia Santiago Matus, de 75 y 64 años de edad respectivamente, fue devastada por los sismos ocurridos el 7 y 19 de septiembre del 2017, con mucha tristeza recuerdan esos temblores que les arrebataron su patrimonio construido con mucho esfuerzo y trabajo.
“Cuando empezó a temblar comenzamos abrazarnos los tres, salimos al patio y no pudimos ver nada porque se fue la luz, al otro día con el sol, pudimos ver la destrucción de la casa y nos dio mucha tristeza. Nos quedamos en el patio en unos catres para pasar la noche y poder estar más seguros”, describió Maribelia Santiago Santiago, hija de este matrimonio de habla zapoteca.
Dijo que ante la magnitud del sismo, la noticia del desastre llegó hasta sus hermanos que se encuentran en el norte del país. “Comenzaron a preocuparse mis hermanos porque mi mamá y mi papá se encuentran mal de salud, pero gracias a Dios sólo fue el susto y el dolor de haber perdido la casa”.
“La ayuda comenzó a llegar con los vecinos, luego las despensas, agua. También recibimos ayuda médica, mi papá y mi mamá fueron atendidos por doctores, y mucha gente que estuvo atendiéndose en su salud”.
Maribelia Santiago, una vez pasada la etapa de emergencia, comenzaron a recibir el apoyo del Fonden, “pasaron a censar la casa de mi papá, él es campesino y mi mamá ama de casa por lo que levantar otra casa es muy difícil, por eso estamos agradecimos porque con esta ayuda que nos brindaron y con otro poquito que nosotros hemos aportado hemos reconstruido nuestras casa”, señaló.
Los 120 mil pesos otorgados por Bansefi a esta familia fue parte de los recursos aportados por la federación para el apoyo de tareas de reconstrucción, las cuales avanzan y se mantienen mediante estrategias de autoconstrucción y con empresas privadas.
La vivienda de esta familia se encuentra prácticamente en un 95%, ya que ellos decicieron realizar una autoconstrucción con dimensiones acostumbradas en el lugar, por lo que aún les falta detallar acabados en puertas y ventanas, sin embargo es un lugar seguro y agradable donde ya es utilizado para habitar.