* Qué mejor que meter como “cuña” contra la senadora Harp a Don Flavio, quien juró y perjuró lealtad a esta, “hasta que le llegaron al precio”, para beneficiar a la mafia de la “Sosa Nostra”.
* Convertido en animal político con el Mesías López Obrador, Salo tiene un as de la “vallistocracia” bajo la manga, Ray Chagoya, quien cogobierna con Noé Jara. Ni a Nino ni a Laura le alcanza.
Un fenómeno sociopolítico y antropológico poco observado y menos todavía estudiado e investigado es la actitud racista y clasista, xenofóbica y explotadora de la llamada “vallistocracia”.
Una de las principales víctimas han sido los gobernadores de origen indígena como Heladio Ramírez López y Salomón Jara Cruz, y de ascendencia extranjera, iraquí, como José Murat Casab.
Faltan adjetivos despectivos por su origen humilde y con carencias para descalificar a Heladio como “extraditable”, y junto con Salo, como “yopes”, y a Pepe, “el de Polanco”, como “talibán”.
Los detractores y malquerientes del origen zapoteco de Salo cometen un grave error. “Yope” es término zapoteco que significa Primavera y representa la Transformación de la naturaleza.
Víctor Raúl Martínez Vásquez hace la primera y mayor aproximación interesada, para justificar la destrucción e incendio de Oaxaca por los milicianos del EPR y los activistas radicales de la APPO.
Define a esta como “la élite de los propietarios, la clase política y la intelectualidad orgánica regional que proviene fundamentalmente, aunque no exclusivamente, de los Valles Centrales”.
Con el apoyo del General Audomaro, Salo tiene agarrado del trasero a casi todos los empresarios y comerciantes, políticos e intelectuales, por evasores fiscales, y por sus adicciones y perversidades.
La definición de Víctor Raúl aparece en el libro Autoritarismo, Movimiento Popular y Crisis Política: Oaxaca 2006, publicado por el Instituto de Investigaciones Sociológicas de la UABJO, en abril 2007.
La sucesión adelantada por dos años para homologar la elección de gobernador de Oaxaca con la de presidente de la República da un giro político que divide y enfrenta a la gente de Susana Harp.
Con genial perversidad, asesorado por el diputado federal José Antonio Rueda Márquez, “infectado” de la ideología marxista-leninista desde los 15 años, Salo da un golpe de timón.
Con la imposición del incendiario Flavio Sosa Villavicencio, hombre culto y poeta, Salo da un golpe de mano, aplasta la soberbia y deslealtad del teco Víctor Vázquez Castillejos, alias Víctor Cata.
Más interesante y trascendental es que “el yope de Betaza”, como le llama la vallistocracia, sus voceros y amanuenses, se caga en la cara de los intelectuales vallistócratas incluyendo a orgánicos.
Y lo hace para dividir y enfrentar a los seguidores, simpatizantes y mecenas financieros de la senadora Susana Harp, para evitar otra vez que llegue a Gobernar Oaxaca “más sea” por dos años.
Salo sabe que la prima hermana de Alfredo Harp, a quien amarraron las manos con el comodato del estadio de béisbol, forma parte del círculo íntimo de la Presidenta Claudia Sheinbaum.
Qué mejor que meter como “cuña” contra la senadora Harp a Don Flavio, quien juró y perjuró lealtad a esta, “hasta que le llegaron al precio” para beneficiar a la mafia de la “Sosa Nostra”.
Convertido en animal político con el Mesías López Obrador, Salo tiene un as de la vallistocracia en Ray Chagoya por 2 o 6 años, quien cogobierna con Noé. Ni a Nino ni a Laura le alcanza. Al tiempo.
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