Este año, la organización cumplirá 33 años en el estado y 40 a nivel país. En ese tiempo ha logrado sumar a 32 mil personas, pero en el transcurso de estas tres décadas los muertos, los suyos, se cuentan por decenas. Pese a todo, el dirigente estatal Gabriel Hernández, afirma que hay solidez y metas a cumplir en el futuro inmediato y a largo plazo.
La preparatoria “Lázaro Cárdenas del Río” está en movimiento: un grupo de estudiantes ensaya bailables tradicionales, en otro salón se escuchan guitarras y cantos, más al fondo albañiles trabajan en la restauración de la cancha deportiva. En ese momento empieza a circular la noticia de otro atentado en Santo Domingo Yosoñama y unos días antes, asesinarían al ex Presidente Municipal de San Juan Mixtepec; también, paralelamente, un plantón que lleva más de 200 días permanece en el corredor del Palacio de Gobierno de Oaxaca.
Se acerca el día del 40 aniversario de Antorcha Campesina en el país y el 33 de la organización en la entidad oaxaqueña. El dirigente estatal, Gabriel Hernández García, viste sencillo, sin lujos, pantalón de mezclilla y camisa oscura de cuadros, mangas largas. Habla pausado pero por momentos hay cambios en la intensidad de su voz y en la rapidez con la que habla; no duda en lo que dice y tampoco hay que esperar para una respuesta a cada una de las preguntas.
Es difícil saber cuál ha sido el momento más difícil para esta organización desde su origen a la actualidad en el estado. Sin duda, estos últimos cuatro años han sido uno de ellos: en diciembre de 2010 es asesinado Miguel Cruz José en la región de la Mixteca, tras recibir amenazas de muerte; meses antes hay una ruptura con el ex gobernador Ulises Ruiz Ortiz; el conflicto agrario se ha agravado entre San Domingo Yosoñama y San Juan Mixtepec, en donde han respaldado a la primera; la relación con el gobernador Gabino Cué no ha sido mejor que con su antecesor y por ello, ha sido marginada en sus gestiones de carácter social. En diciembre de 2013, por ejemplo, habría una masacre contra personas de Yosoñama, serían emboscados y quemados. En ese marco, se disponen a celebrar su aniversario, no obstante, como una manifestación de protesta.
Antorcha Campesina, nace en el año de 1974, cuando deciden que Tecomatlán, Puebla, sea la cuna del movimiento. A principios de los años 70, el dirigente nacional Aquiles Córdova Morán lideraba el grupo de estudiantes que luchaba por la transformación de la entonces Escuela Nacional de Agricultura en Universidad y participó en la elaboración del Proyecto Universidad Autónoma Chapingo hasta que el movimiento logró que la Cámara de Diputados la aprobara y se publicara la Ley Orgánica de la Universidad Autónoma Chapingo en el Diario Oficial de la Federación el 31 de diciembre de 1974.
Lograron el ingreso, en forma preferente, de los hijos de campesinos pobres, obreros y artesanos y que se reconociera como autoridad a la comunidad magisterial, estudiantil y de trabajadores, y que por ley que el rector debe ser electo por voto universal, directo y secreto de toda la comunidad.
Los grupos opositores los expulsaron de la Universidad Autónoma de Chapingo. Sin embargo, deciden no únicamente actuar en el ámbito estudiantil sino también en otros ámbitos de la lucha social.
El inicio en Oaxaca
“A partir de que se funda Antorcha Campesina en Tecomatlán, Puebla, hubo bastante claridad en relación a que solos en Tecomatlán no tenía futuro. Los enemigos de Antorcha en esa zona eran muy rabiosos, eran muy peligrosos, estaban tratando de acabar con Antorcha y era claro que si se hubiera quedado en ese lugar, lo hubieran logrado”, detalla Gabriel Hernández.
Por esa razón, decidieron extenderse hacia otras partes del país y se crean direcciones en diferentes estados de la República. El trabajo de Antorcha Campesina en Oaxaca inicia en 1983 y es uno de los primeros que salieron de Tecomatlán y uno en los cuáles avanzó más rápido por las condiciones de pobreza.
“En el inicio, estamos hablando de un momento de la historia de México muy delicado, en el que las organizaciones de izquierda estaban muy anatemizadas, condenadas a hacer presionadas de todas las formas posibles e incluso la eliminación física.
“En ese sentido se inició el trabajo con algunas gentes que empezaron a trabajar con la figura de consejos comunitarios de abastos, estos consejos. Alguna gente que trabaja ahí empezó haciendo tiendas comunitarias y a partir de ahí se fue ganando el espacio con la gente, la simpatía, la presencia, pero está claro que era con muy pocos grupos: Xanaguía, la colonia Guadalupe en Jamiltepec, de grupos muy pequeños. Algunos de los grupos más antiguos de la organización, San José Cieneguilla, y con ellos poco a poco empezamos a crecer”.
Al extenderse por la región de la Mixteca, es que se incorpora Gabriel Hernández como líder del Movimiento Antorchista en territorio oaxaqueño, lo que ocurre a finales de 1989. Para ese entonces ya contaban con alrededor de 1,200 campesinos que simpatizaban con su lucha, en la actualidad ya suman alrededor de 32,000 antorchistas.
“Una cuestión relativamente favorable, conveniente, motivadora, porque partir de cero, de tener absolutamente cero de presencia a la que tiene actualmente, si vale la pena el trabajo que hemos hechos. Sobre todo, porque nosotros somos una organización muy seria, muy sólida, muy unida y en ese sentido, no cualquiera lo es”.
De acuerdo con Gabriel Hernández, en el transcurso de estas tres décadas han surgido organizaciones que hoy están desmembradas, otras desaparecieron y las que persisten presentan serios problemas, incluso cuando se les consideraba sólidas. No se sabe, dice, que puedan resolver sus problemas en el futuro y vuelvan a fortalecerse o sea la etapa ya de su decadencia.
En el caso de Antorcha, sostiene que eso no sucede y que están claros en que pueden llegar aún más lejos en presencia en Oaxaca.Ha caracterizado al Movimiento Antorchista como la organización más sólida, la más clara y la más unida de todas las que existen. Y eso lo hemos podido hacer durante estos años, porque nos mantenemos firmes en la lucha por abatir la pobreza de los mexicanos. Ésta es una de las razones por las que también en Oaxaca hoy celebramos nuestro 40 aniversario, destacó.
Pero además, porque en todos estos años hemos llevado el bienestar a los oaxaqueños de la Costa, la Sierra Sur, la Mixteca, Valles Centrales, la Cañada y el Istmo, insistió.
En Oaxaca, hemos seguido el modelo de ciudades como Tecomatlán y Huitzilan, en el estado de Puebla, o Chimalhuacán e Ixtapaluca en el estado de México, y así, en Oaxaca tenemos también nuestras ciudades ejemplo; San Antonino Monteverde, San Juan Ñumi y Chalcatongo de Hidalgo.
Los logros
Estamos sentados sobre una de las bancas de la preparatoria Lázaro Cárdenas: a la izquierda están las oficinas de la Dirección y los salones de clases, a la derecha una galera que sirve para los ensayos del grupo de baile y aun costado las instalaciones de Antorcha Campesina, al fondo la cancha deportiva y a su costado el albergue para estudiantes de escasos recursos económicos que estudian en la preparatoria. Frente a nosotros un pequeño jardín cuidado por los mismos estudiantes.
Este lugar que se empezó a construir en 1994 es uno de los logros del antorchismo en Oaxaca, dice Gabriel Hernández. En donde no sólo se imparte una academia integral, sino también con bonitas instalaciones y en donde, señala, no hay corrupción.
“Estamos hablando de esta preparatoria muy bonita en que el ambiente de que es académica muy limpia, no hay corrupción aquí y por otra parte estamos hablando en el ambiente que hay en el aspecto cultural y deportivo, que no lo encuentra ninguna preparatoria, las mismas instalaciones son muy agradables, muy bonitas y esto lo creo Antorcha, la empezamos a hacer en el 94”.
Otra de las labores que destaca es el proyecto de reubicación de los pueblos en la región de la Mixteca, cuyas características no sólo es que están alejadas de otros centros poblaciones, sino que la misma población está dispersa. Enclavadas en cerros, esto dificulta que se les puedan proveer los servicios básicos como agua potable, alumbrado, pavimentación, drenaje, escuelas, entre otros.
La intención de Antorcha Campesina es reubicarlos a una zona, perteneciente a la misma comunidad, pero de una forma más ordenada. Un ejemplo es San Miguel Monteverde, donde la población aceptó, escogió el diseño sobre cómo querían se construyeran las calles, donde ubicar su hospital, las escuelas, y a la fecha la mayoría de sus calles están pavimentadas, cuentan con todos los servicios básicos, escuelas de preescolar, primaria y secundaria, y una clínica de salud.
“Es un proyecto que nadie ha hecho, el primer proyecto es San Miguel Monteverde que cualquiera lo puede buscar, su trazo es muy bonito, muy llamativo. Está Sabinillo, Peña Colorada, Montenegro, San Juan Ñumi”.
Y están tramitando y logrando poco a poco una vía corta que va de Tlaxiaco a Huajuapan, y que va a eliminar una hora de viaje una vez que se logre, porque va a pasar por la zona de Nundiche, por la zona de Tezoatlán y va ir directamente a Huajuapan.
Por último, dice que otro de los logros es la membresía de 32 mil antorchistas y cada vez, afirma, mayor simpatía en amplios sectores de la sociedad.
“Creo que son cosas que bien pueden presumirse como logros y bien vale la pena celebrarlos el 20 de julio”.
Los antorchistas oaxaqueños, que luchamos porque todo mundo pueda vivir mejor, hemos gestionado 280 introducciones de energía eléctrica en pueblos y colonias marginadas que no contaban con este servicio, con un costo de 28 millones de pesos; 147 introducciones de redes de agua potable con un costo de 32 millones de pesos; 95 obras de drenaje con un costo de 65 millones; 35 centros de salud que cuantificados implican 48 millones; 120 construcciones de caminos y carreteras con un costo de 160 millones; hemos gestionado 720 proyectos productivos con un costo de 75 millones. Hemos promovido, gestionado y construido 129 escuelas con un costo de 52 millones, y en las últimas fechas hemos gestionado más de 120 techados de cancha, cuyo costo asciende a 192 millones de pesos. Estos son algunos de los logros más importantes del Movimiento Antorchista en Oaxaca. dijo al referir los logros del movimiento.
Las dificultades
Para Gabriel Hernández no existen muchas diferencias con otras entidades del País en cuanto a la lucha social. La organización en los diferentes estados, explica, lleva la misma dinámica.
Sin embargo, dice que una de las cosas que impide el avance de Antorcha Campesina es construir dirigentes naturales, es decir, originarios de los estados que decidan abanderar la lucha del movimiento antorchista.
“Como usted sabe soy del estado de Zacatecas, tengo muchos años, prácticamente los oaxaqueños ya me adoptaron”.
En el caso de Oaxaca, no obstante, la gran mayoría de los dirigentes (alrededor de 85 o 90) y que llaman como activistas son del estado, quienes están identificados y conocen plenamente su región.
Por otra parte, añade, en los últimos cuatro años hemos recibido amenazas de muerte, contra él, contra Miguel Cruz José que sí fue asesinado y contra el mismo dirigente nacional de Antorcha, Aquiles Córdova.
“Y además que ha habido muchos muertos, todavía el día de antier, usted sabe que se ejecutó a una gente que no era antorchista pero que de alguna manera no coincidía con el grupo mafioso de San Juan Mixtepec y se sabe que hay otros heridos que están siendo atendido.
“Si hay una diferencia porque el ambiente en Oaxaca ha sido de mucha ejecución de muchos líderes sociales y yo creo que en ese momento está complicado”.
Los detractores
Desde su origen, Antorcha Campesina ha sido acusada de ser una organización paramilitar al servicio del Partido Revolucionario Institucional (PRI); ha sido cuestionada por la Izquierda por simpatizar con el PRI o por ser una organización priísta; y por presunto enriquecimiento de sus dirigentes.
Gabriel Hernández explica que la acusación de que son una organización paramilitar y que actualmente ya no se usa para criticarlos, porque resultó insostenible. Quienes acusaron, sostiene, nunca pudieron probar lo que decía.
Al mismo tiempo, califica estos señalamientos como de mala fe e incluso chisme:
“Una cosa es el ataque que propiamente llega identificarse con el chisme y otra cosa es la realidad. Nunca se pudo probar que fuéramos un grupo paramilitar, no tenemos un grupo de gente que se entrene para ese tipo de cosas, nadie lo pudo probar, ni ha sido ni es. Pero además, siempre lo he dicho. Nosotros somos individuos propiamente públicos y tanto nuestra vida como la de nuestros militantes la puede fiscalizar quien guste, en el terreno que quiera, en el campo en la ciudad y no va a encontrar con que nosotros estemos entrenando gente para ser actos delictivos, y no lo va a encontrar nunca porque no ha sido nuestra filosofía”.
En cambio, puntualiza, lo que también es público son sus actos culturales: “yo le aseguro una cosa, los asesinos no hacen poesía, no buscan la literatura, no hacen actos culturales como lo hace Antorcha en el Zócalo de la ciudad. Hacemos justamente lo contrario a lo que haría un paramilitar que se entrena para matar y se entrena para hacer daño para delinquir, nosotros hacemos cultura, hacemos deporte, hacemos cosas que ninguna otra organización lo haría”.
A la crítica por su vinculación al PRI responde que no es ningún delito, que cualquiera en este país porque así está estipulado es libre de militar donde quiera y donde guste.
Además, afirma que una cosa es el PRI y otra cosa es Antorcha y la dinámica de Antorcha, asegura, el activismo de Antorcha, la mística, la ideología, tiene similitudes con el PRI, pero también con otros partidos, pero no quiere decir que en última instancia seamos lo mismo.
“Nosotros nos movemos con nuestra dirección política aparte, con nuestra organización aparte. Si en cierto momento simpatizamos con el PRI por lo que sea, tampoco puede ser motivo de cuestionamiento y qué le puedo decir, que también hemos coincidido con otros partidos, con varios y eso depende de la coyuntura, de las circunstancias, simplemente en esos lugares donde el PRI se ha cerrado.
“Los que hablen de ese tipo de cosas cuestionan mal, porque en este país hay libertad para simpatizar políticamente y segundo, lo dicen de mala fe y de una manera tonta, porque también hemos coincidido con otras fuerzas políticas”.
Sobre el presunto enriquecimiento de los dirigentes de Antorcha Campesina, asegura que se somete al escrutinio de quien guste.
“Yo he vivido una vida modesta, no tengo propiedades, no tengo recursos propiamente míos, hemos llegado a coincidir los militantes de Antorcha que debemos tener en la medida de lo posible, no somos exactamente iguales, es cierto. Pero yo no me he enriquecido y la prueba está en que yo tengo el aval de los dirigentes de Oaxaca y los nacionales, que si supieran que yo soy un corrupto, ya me hubieran retirado el apoyo”.
El futuro
Gabriel Hernández, dirigente de Antorcha Campesina en Oaxaca, finaliza que una de las metas de la organización en el estado es seguir creciendo en militantes y simpatizantes, duplicar o triplicar el número.
La meta, precisa, es ser una organización con 200 mil, 500 mil o incluso más antorchistas en el estado. Así como, conquistar puestos de Poder o cargos de elección popular para hacer más fácil su labor.
“No para corrompernos sino para hacer más fácil la labor que hemos emprendido desde hace mucho tiempo”.
Óscar Vergara/Libertad-Oaxaca.info