El Premio Nacional de Protección Civil, Luis Wintergerst, advirtió sobre los riesgos de un sismo o tsunami de alta intensidad en Oaxaca, ya que hay antecedentes históricos desde 1787, cuando un fenómeno natural levantó una ola de hasta 10 metros que alcanzó una distancia de medio kilómetro dentro de la playa.
“Hasta el momento, científicamente no sabemos lo que pudo haber generado el tsunami, porque sólo tenemos el antecedente histórico aunado a un impacto de un temblor de 8.5 grados que se reportó sobre la brecha de Oaxaca y el Cinturón de Fuego del pacifico, lo cierto es que se sabe que por cada fenómeno natural ocurrido hay una réplica posterior y ello es lo que nos mantiene alerta y debe tenernos preparados, porque puede repetirse o ser más intenso” indicó.
El investigador urgió a los tres niveles de gobierno a aplicar protocolos de seguridad preventivos y operativos para manejar cualquier contingencia de manera eficaz en base a las condiciones geográficas, territoriales y operativas.
Y para ello, promovió el uso de su acrónimo de riesgo denominado “RieSis”, que fue diseñado con apoyo del Instituto Politécnico Nacional (IPN), luego del terremoto de 1985 que dejó más de 250 mil víctimas, el cual consiste en un sistema informático para el manejo de contingencias severas.
Dijo que este esquema puede adaptarse a las condiciones de Oaxaca para establecer un ágil y eficaz modelo de salvamento.
En su visita a la capital oaxaqueña, el ex Coordinador de Protección Civil del Distrito Federal, criticó la actuación que tuvieron las autoridades en Chile para atender la emergencia por el último sismo; evidenciando que la presidenta en lugar de instruir un plan de ayuda, urgió la recomendación de su general al mando de las fuerzas armadas.
“En una emergencia de la naturaleza que se registró en Chile, no hay tiempo de pedir opiniones, se tiene que actuar rápido para rescatar damnificados y salvar vidas en un plazo no mayor a tres días” explicó.
Dijo que recientemente ha tenido reuniones con autoridades chilenas para buscar emplear su esquema en éste y otros países latinoamericanos, a fin de establecer protocolos de actuación para los gobernantes, semejantes al que tiene México.
“Mi acrónimo es como la partitura de la novena de Beethoven, sólo hay que armonizarla con el resto de los músicos en cada una de las regiones para que funcione y suene bien en sus territorios, a fin de evitar tragedias humanas” asestó.
Agencia JM