Para conocer la relación entre los poderes políticos y las organizaciones de narcotraficantes basta con analizar las rutas del tráfico de drogas en los municipios costeros y fronterizos del país junto con los partidos que gobiernan esas zonas, aseguró Luis Astorga, académico del Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México.
“Si ustedes cruzan estados productores de droga con las rutas de cocaína y rutas hacia Estados Unidos van a ver Chihuahua, Nuevo León, Coahila y Tamaulipas con gobiernos del PRI, Veracruz, Tabasco, Campeche, Yucatan y Quinta Roo, también con el PRI, son dos rutas importantes para el tráfico de cocaína, la del Golfo y la frontera norte. Y la del pacífico tenemos Nayarit, Zacatecas, Durango, Coahuila, Chihuahua, Sinaloa, Baja California con poder compartido por PRI y la alianza PAN-PRD.”
“Este análisis de fuerzas políticas y rutas de tráfico de drogas puede hacerse a nivel municipal y la información que arroja es que la droga pasa forzosamente por esos lugares y forzosamente se relaciona con las personas que están en posiciones de poder, son los que pueden dar protección, son los que se pueden asociar con los traficantes”
“La corresponsabilidad esta señalada claramente. Por ahi tiene que pasar forzosamente la droga y tiene que pasar por lugares donde estan esos partidos y son los que nombran a las policías”, dijo el investigador durante la primera mesa del evento “Razones para debatir. Drogas, cultura y Sociedad” organizado por el Museo Tamayo.
El especialista dijo que según el reporte más reciente sobre tráfico de drogas “A Report on global illicit drugs markets” México es de los principales productores de mariguana, sólo por detrás de Afganistán y Marruecos. Además es el segundo país cultivador de Amapola, después de Afganistán y es el primer país en traslado de cocaína.
El investigador ofreció un panorama histórico y jurídico de la política prohibicionista de las drogas a escala internacional. En esta mesa también participaron Sofía Hernández Chong Cuy, directora del Museo Tamayo, el columnista y colaborador de EL UNIVERSAL, Antonio Navalón y el subdirector de esta casa editorial, Alejandro Páez Varela.
El objetivo del evento es abrir un espacio crítico y abierto al público sobre la relación entre la droga y la sociedad, así como la influencia en la identidad mexicana del narcotráfico y su eco en la actualidad, dijo Sofía Hernández Chong Cuy.
Para Antonio Navalón la relevancia de debatir sobre el crimen organizado en México es abrir canales y nuevas visiones sobre el tema que el “Estado eligió como el parámetro de éxito o no”.
Este evento abre la posibilidad de una “nueva manera de abordar el narcotráfico a partir de la opinión pública, con otros ojos a los de un militante”, dijo Alejandro Páez Varela.
“Razones para debatir. Drogas, cultura y Sociedad” continuará hasta las 19:00 horas en la explanada del Museo Rufino Tamayo y dentro de sus instalaciones. Se espera la participación de las curadoras Magalí Arreoloa, Taiyana Pimentel, el arquitecto José Castillo, así como la periodista Sandra Rodríguez Nieto, el investigador Tony Payán y los escritores Élmer Mendoza, Eduardo Antonio Parra y Guillermo Fadanelli.
Además puedes seguir la transmisión en vivo en la página de la nueva revista del Museo Rufino Tamayo y en la cuenta @museotamayo.