Andrés Manuel López Obrador y Los Chuchos se reconciliaron. El aspirante único de la izquierda a la Presidencia de la República ofreció a sus otrora detractores “amor y paz”, luego de acusarlos durante los últimos cinco años de traidores y dóciles al gobierno panista de Felipe Calderón.
“Esto es en serio, estamos juntos porque actuamos de manera responsable y porque así lo quieren muchos mexicanos”, dijo el tabasqueño, al compartir el mismo lugar que Jesús Ortega, con quien no se veía después de la campaña presidencial de 2006.
“Amor y paz, así. Y les vamos a ganar a los de la cúpula del poder”, sostuvo cuando se le cuestionó si no se trataba de un acto de unidad simulada con tal de aspirar a ganar las elecciones en 2012.
En respuesta al ofrecimiento de López Obrador, el ex dirigente nacional del PRD Jesús Ortega, principal promotor de las alianzas con el PAN, aseguró que “Andrés Manuel es el candidato del PRD y de todos los militantes; desde luego también, es mi candidato, lo apoyaré en la medida de mis posibilidades y en el límite de mis esfuerzos”.
El ex coordinador de campaña de López Obrador admitió que “es perfectamente claro cuál era mi simpatía, por quién simpatizaba”; pese a ello, apoyará a López Obrador por el ser precandidato único del PRD a la Presidencia.
El jefe de gobierno, Marcelo Ebrard, fue el promotor de la reunión perredista, a la cual sólo faltó Cuauhtémoc Cárdenas; pero, según López Obrador, ya también le dio su respaldo.
Tras el encuentro privado que duró casi hora y media, el ex aspirante presidencial calificó el acto de reunión de la reconciliación.
“Ha sido una reunión de reconciliación, de respeto mutuo entre todos”, dijo el mandatario capitalino, quien aseguró que ello va a permitir que en las tareas propias de la campaña política “se tenga unidad, se trabaje en conjunto y se tengan los mejores resultados posibles”.
En tanto, López Obrador, en ánimo conciliador, aseguró: “Estamos unidos todos porque por encima de nuestros intereses legítimos, debemos colocar el interés de la nación. Estamos en una circunstancia difícil para el país y debemos unir esfuerzos y voluntades, y no acostumbramos la simulación. No es nuestra doctrina la hipocresía”.
El tabasqueño adelantó algunos de los preceptos de su “República amorosa”, cuyo propósito, dijo “es la ley del amor, el amor al prójimo, a la familia, a la naturaleza, a la patria. Es cultivar esa virtud, ejercitarla para ser virtuosos.
“Es decir: El que podamos difundir más todo lo relacionado con el amor, el que podamos internalizar, sin miedo a expresarlo, de que si se es bueno se puede ser feliz”, precisó el ex jefe del GDF.
Ayer, nuevamente López Obrador y Ebrard se dirigieron halagos mutuos. AMLO afirmó que se ha logrado unidad de las fuerzas progresistas y “esto fue posible por la actitud seria y responsable de Ebrard, esto nos da ventaja e impulso”.
En tanto, el mandatario capitalino afirmó que su antecesor “ha convocado a todas y todos, no se ha excluido a nadie, se han pasado por alto las diferencias que pudieran haber habido. En política, las diferencias son parte de ella y hoy se está en una etapa distinta: la unidad de izquierda”.
Ebrard, quien se descartó como coordinador de campaña de López Obrador porque concluirá con sus funciones al frente del GDF, anunció que en los próximos días se informará de la integración del equipo de precampaña. “Habrá inclusión de todas las fuerzas y nadie va a ser convidado de piedra. Esto va en serio”.
Milenio
