En su décimo informe de gobierno, el presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que en las pasadas elecciones no se desató la violencia contra ciudadanos inocentes.
“Además no hubo masacres, no se desató la violencia contra ciudadanos inocentes para infundir miedo. En Guerrero, por ejemplo, ningún candidato sufrió agresiones y casi lo mismo aconteció en la mayoría de los estados”, destacó el mandatario federal.
Los dichos de AMLO, se contradicen con lo que registró Etellekt, consultora que señaló que en el proceso electoral del 6 de junio, considerado el más grande de la historia de México, dejó 102 políticos asesinados, de estos, 36 eran aspirantes y candidatos a distintos cargos.
Desde Palacio Nacional, López Obrador comentó que su administración heredó la inseguridad, pues enfatizó que cuando llegó a la presidencia los grupos delictivos ya estaban y son a los que enfrenta.
“Hemos avanzado aun con la complejidad del problema que heredamos. Ya estaban integradas las bandas, los grupos delictivos cuando llegamos. No creo que se hayan creado nuevos grupos en estos dos años y medio. Es el Cártel de Jalisco o del Pacífico o de Guanajuato, los que ya había, los que estamos enfrentando no declarándoles la guerra, porque la violencia no se puede enfrentar con la violencia, sino con otros métodos más humanos y más eficaces”, mencionó.
El mandatario reconoció que los feminicidios aumentaron en su administración 14%, mientras que el robo de transporte público individual lo hizo 9%, y la extorsión, 26%.
López Obrador señaló que en otros delitos, la incidencia bajó: los homicidios han disminuido 2%; robo de vehículo, 40%; el secuestro, 41%; robo a casa habitación, 26%.
“Estamos atendiendo a los jóvenes, a los desposeídos, a lo pobres para que no tengan necesidad de tomar el camino de las conductas antisociales bajo el criterio de que la paz es el camino de la justicia”, mencionó el tabasqueño.
Forbes