OAXACA, Oax. El cierre de campaña presidencial de Morena en Oaxaca el sábado 16 de junio mostró el modelo político y de gobierno 2018-2024 del candidato Andrés Manuel López Obrador en tres tiempos:
1.- En el zócalo de la capital oaxaqueña, patrimonio de la humanidad, en medio de un plantón de maestros de la 22, la destrucción del lugar, la peste humana de la aglomeración sin servicios, los profesores continuaron un paro ilegal de labores abandonando sus aulas. La demanda: una mesa de negociación; sólo esa minucia. Eso sí la 22 de Maestros, que forma parte del grupo de poder social lopezobradorista, volvió a imponer su fuerza insurreccional.
2.- En el templete del mitin central, junto a López Obrador, nada menos que Flavio Sosa Villavicencio, el dirigente de la Alianza Popular de los Pueblos de la Oaxaca (APPO), que en el 2006 organizó una insurrección en el centro histórico con todo y barricadas, no sólo para derrocar al gobernador priísta Ulises Ruiz Ortiz, sino para instaurar un gobierno estatal autogestionario y popular electo por las masas. Lo de menos fue que Flavio –conocido por su destrucción como El demonio de Tasmania— también cobrara en oficinas secretas del gobierno priísta estatal o que controlara como flotillero los APPOTaxis en la zona ocupada. La alianza APPO-Sección 22 declaró querer en Oaxaca una Comuna como la Comuna comunista de París del siglo XIX.
3.- Y en el templete, junto a los neo morenistas que se salieron del PRI para pasarse al PAN, luego a la alianza PAN-PRD, luego a el PRD y ahora en Morena, aparecieron algunos de los funcionarios del viejo PRI y de la alianza PAN-PRD del gobierno anterior de Gabino Cué Monteagudo estrenándose como lopezobradoristas, Eso sí, con la carga de corrupción a cuestas, pero ya no importa lo que se robaron antes sino que dentro de Morena prometieron que ahora sí –en efecto: ahora sí– van a ser honestos, aunque detrás de ellos sigan pendientes las denuncias de corrupción escandalosa en el gobierno de Cué congeladas por el pacto de impunidad del gobierno de Cué con el nuevo gobierno priista de Alejandro Murat Hinojosa.
Y no hay sorpresas: López Obrador en el 2010 fue el principal impulsor de Cué en la candidatura PAN-PRD, aunque después el tabasqueño haya dejado abandonada a Oaxaca en manos de la corrupción del gobierno estatal que llegó a terminar con la corrupción. Por eso la crisis del 2006 en Oaxaca llevaba el sello AMLO.
El mensaje que dejó López Obrador en Oaxaca fue el de su modelo de Comuna oaxaqueña potenciado para la presidencia de la república, con los personajes que condujeron la insurrección del 2006, llegaron al poder en el 2010, se corrompieron como priistas en el gobierno PAN-PRD 2010-2016, fueron perdonados por el gobierno priísta estatal actual y ahora son purificados en Morena.
Con ventaja en encuestas, López Obrador no dejó pasar la oportunidad de señalar que su gobierno será de Comuna, como el que quería la APPO-22 en Oaxaca en el 2006. Y Flavio Sosa será gobernador en 2022.
Política para dummies: La política es lo que es, lo que se ve, lo que se siente en las calles, no lo que se dice que podría o debería ser.
Si yo fuera Maquiavelo: “Ya que se ve obligado a comportarse como bestia, conviene que el príncipe se transforme en zorro y en león, porque el león no sabe protegerse de las trampas ni el zorro protegerse de los lobos”.
Sólo para sus ojos:
- Recuerde revisar todos los días el sitio seguridadydefensa.mx para enterarse de los juegos geopolíticos de poder.
- Antes de votar infórmese de los perfiles reales de los candidatos presidenciales, en el libro La silla endiablada, de Carlos Ramírez, de venta en las tiendas Sanborns en todo el país.
- El gozo se puede ir al pozo. La victoria de la selección mexicana contra Alemania puede trocarse en alguna derrota posterior. Y la realidad dará cuenta del seleccionado Televisa en el cuarto partido.
- Valdría la pena saber cuántos mexicanos, al estilo de las promesas que se multiplican en los retablos de la iglesia, prometieron lo que no cumplirán: “si gana la selección, voto por el PRI o por el PAN”. Sólo así se explicaría el afán de los candidatos José Antonio Meade y Ricardo Anaya por trasladar mecánicamente la desventaja en encuestas-apuestas en el futbol a las encuestas electorales.
- Focos rojos en Ciudad de México por las matanzas y cadáveres abandonados. Ello solo se explica por la incapacidad policiaca.
- Famosas últimas palabras: “Yo soy la selección de futbol”, frase con variantes que pronunciaron los tres candidatos presidenciales, con afanes de que la afición les beneficiara con el voto.