* Resalta el compromiso de vida, personal y familiar del personal de salud y del Gobernador Alejandro Murat Hinojosa, así como de su esposa Ivette Morán, quienes a riesgo de su salud y vida, no dejan de laborar.
*Desafiar los contagios y la muerte, abusando de su juventud y salud, ha traído consigo que, por segunda ocasión, en menos de tres meses, el Mandatario Estatal dé positivo a la prueba COVID y se mantenga aislado.
La crisis humanitaria planetaria provocada por la pandemia global de la COVID-19 es una especie de catarsis como selección poblacional y purificación emocional, corporal, mental y espiritual.
En medio de la incertidumbre y el terror que genera la proliferación de contagios y muertes en el mundo, en México y Oaxaca, afloran las mayores grandezas del alma y peores miserias humanas.
En el primer caso destaca el cotidiano heroísmo del personal de salud, médicos y enfermeras, al abandonar a sus familias, dispuestos a entregar su vida por los demás en cumplimiento del deber.
De los aproximadamente 4 mil trabajadores de la Salud contagiados por el nuevo coronavirus COVID-19 en Oaxaca, alrededor de cien han muerto, sobresaliendo médicos y enfermeras.
En México la tasa de contagio por el virus SARS-CoV-2 en el personal de salud es seis veces mayor que en China y el doble que en Italia; y nuestro personal de salud muere cinco veces más por COVID-19 que en Estados Unidos.
México, es el país con más personal médico muerto por coronavirus. De los casi 10,000 profesionales de la salud en el mundo que han perdido la vida por el COVID-19, al menos 2,000 se registraron en México.
Resalta, asimismo, el compromiso de vida personal y familiar de algunos gobernantes como Alejandro Murat Hinojosa y su esposa Ivette Morán, quienes a riesgo de su salud y vida, no dejan de laborar.
Desafiar los contagios y la muerte, abusando de su juventud y salud, ha traído consigo que, por segunda ocasión, en menos de tres meses, el Mandatario Estatal dé positivo a la prueba COVID.
El gobernador Murat Hinojosa anunció a través de sus redes sociales que dio positivo a COVID-19, luego de realizarse la prueba como parte de las acciones rutinarias de prevención ante la contingencia sanitaria.
“Estaré aislado y seguiré las recomendaciones de salud. Me encuentro bien, estaré atento y dando seguimiento desde Oaxaca a las funciones que como gobernador me corresponden”, declaró.
Expresamos nuestro apoyo y solidaridad personal y familiar con el gobernador y su familia al dar positivo a COVID-19, y elevamos nuestras oraciones por la pronta recuperación de su salud y de todos los contagiados y, sobre todo, los hospitalizados. Le enviamos un abrazo fraterno.
El Gobierno del Estado de Oaxaca exhorta a las y los oaxaqueños extremar las medidas de prevención ante el incremento de contagios por COVID-19 que se han presentado en las últimas fechas.
De acuerdo con el último corte de los Servicios de Salud de Oaxaca (SSO), el pasado miércoles 6 de enero la entidad registró 28 mil 860 casos acumulados de esta enfermedad.
Por ello, se solicita a la población a no bajar la guardia y utilizar correctamente el cubrebocas, de la nariz a la boca y de manera permanente; acompañado del lavado frecuente de manos con agua y jabón.
Asimismo, cuidar a las personas de riesgo, y en la medida de lo posible quedarse en casa, además de evitar las áreas con poca ventilación, disminuir la movilidad, sobre todo los adolescentes y jóvenes.
Resulta condenable que, a pesar de haber transcurrido los primeros cuatro años de gobierno e iniciado el declive de la actual administración, sus amigos “yupis” y colaboradores “yopes”, sigan dejando solo al Ejecutivo.
A estas alturas del sexenio gubernamental unos y otros no mantienen el ritmo de trabajo que Alejandro Murat y su esposa Ivette Morán han imprimido en el Gobierno del Estado de Oaxaca.
Lo peor de todo, es que llevados de su mayúscula soberbia, sus amigos “yupis” y colaboradores “yopes” siguen sin entender el compromiso de vida personal y familiar del gobernante oaxaqueño.
Los integrantes de los dos grupos en permanente pugna por su tajada de poder no entienden ni aprovechan su posición en el gabinete legal y ampliado para servir al pueblo, no servirse de este.
No obstante el crecimiento exponencial del número de los contagios, hospitalizados y muertos por COVID, han sido incapaces de prever el abasto suficiente de formatos de las Actas de Defunción.
Después de 24 horas de muerta Marina Durán Arce, su hermano Luis Alberto no podía obtener el Acta de Defunción, porque en las Oficialías del Registro Civil de la capital, no hay formatos.
La demanda de intervención del Consejo Jurídico, José Octavio Tinajero Zenil, y del Director del Registro Civil, Christian Hernández Fuentes, a través de las redes sociales, permitió obtener el Acta.
Sin embargo, el infierno y calvario de Luis Alberto Durán Arce por la muerte de su hermana, de 52 años, por cáncer cervicouterino en el Centro de Oncología y Radioterapia de Oaxaca, no terminó.
Con el Acta de Defunción en mano, Luis Alberto enfrentó a los Buitres de la Muerte en la Agencia Municipal de Santa Rosa Panzacola al exigirle 8,500 pesos, para poder sepultar a su hermana.
Sin ningún escrúpulo ni miramiento en medio de la devastación de la pandemia por la COVID-19, el Presidente del Comité de Vida Vecinal (COMVIVE), arquitecto Rubén Quiroz, exigió 8,500 pesos.
El pretexto y conceptos del dirigente vecinal para cobrar tal cantidad, fueron 5,500 pesos por exhumación de restos óseos en la tumba familiar y 3,000 pesos, por pago de tequio. ¡Imagínese!
Durante el infierno y calvario por la muerte de Marina Durán Arce, su hermano Luis Alberto demandó la intervención del Defensor de los Derechos Humanos del Pueblo, Bernardo Rodríguez.
alfredo_daguilar@hotmail.com
director@revista-mujeres.com
@efektoaguila
