Un tsunami de nervios y temor, como si todos se prepararan para revivir las secuencias de hace un año, cuando el epicentro del desastre fue Chile. Así pasaron ayer la jornada cientos de miles de chilenos, muchos de los cuales fueron desalojados por las autoridades, en el marco de la alerta por el terremoto en Japón y tras sufrir, ellos mismos, un sismo de 5.1 grados en escala Richter.
No fue sólo Chile. Ecuador, Perú y Colombia también encendieron las alarmas de prevención, ante la posibilidad de que las olas que afectaron a la nación asiática llegaran a sus costas.
Las autoridades chilenas desalojaron a casi cinco mil personas residentes en la isla de Pascua. “Lo hacemos de forma preventiva, únicamente en la isla. Tomaremos todas las medidas para que el proceso sea tranquilo y ordenado”, explicó el ministro del Interior chileno, Rodrigo Hinzpeter. En Punta Arenas, al sur de Chile, algunos comercios cerraron sus puertas y la policía estaba preparada para aplicar un dispositivo especial ante cualquier alarma, mientras en algunas ciudades del norte varias clínicas suspendieron actividades y las cirugías, ante los efectos del sismo de 5.1 grados que tuvo lugar a primera hora de la tarde en Antofagasta de la Sierra, con numerosas réplicas menores y sin que se reportaran víctimas.
En la mañana, el presidente Sebastián Piñera, quien ayer cumplió un año en el poder, brindó un mensaje al país para anunciar “la alerta amarilla” a lo largo de todas las costas. “Pedimos a la población que mantenga especial estado de alerta y que esté informada cada dos horas”, explicó el mandatario.
En Perú reinaba anoche la calma, pero durante el día los puertos se cerraron y la guardia costera patrulló desde el aire, con helicópteros, la estación portuaria del Callao.
En Ecuador, el gobierno decidió suspender la exportación de petróleo hasta nuevo aviso y ordenó el cierre de varias plantas de la estatal Petroecuador, mientras que el presidente Rafael Correa declaró el estado de excepción por la posibilidad de que un tsunami golpeara las costas del país. Por la noche, el mandatario informó que en las islas Galápagos en el Pacífico “los efectos son prácticamente imperceptibles”. Antes, había ordenado desalojar a casi 300 mil personas de la costa pacífica, ante la “amenaza inminente de tsunami”.
El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, pidió a los habitantes de la costa oeste del país que no “se alarmen”, ya que “por ahora sólo hay que estar alertas”. “Aparentemente, en Colombia no nos va a afectar en mayor medida”, dijo el mandatario.
Emergencia en California
El gobernador de California, Jerry Brown, declaró ayer el estado de emergencia para los cuatro condados del norte del territorio afectados por el tsunami del Pacífico, cuyo impacto dejó una persona desaparecida y numerosos destrozos en puertos y playas.
El maremoto originado por el terremoto de magnitud 8.9 que asoló el norte de la isla de Honsu, en Japón, causó inundaciones en las zonas costeras más expuestas a la fuerza del mar tanto en Hawai, como en puntos de Oregon y de California a lo largo de la jornada.
Uno de los lugares más afectados por el oleaje fue la localidad de Crescent City, situada en una bahía del condado Del Norte conocida por ser vulnerable a los tsunamis y donde se reportó un muerto. El puerto quedó destruido por la marea y las embarcaciones sufrieron importantes daños, lo mismo que algunos edificios.
El Universal