La final del Clausura mexicano tuvo todos los condimentos necesarios para armar una película. En un estadio Azteca con más de 90 mil personas, y bajo un diluvio, América consiguió el título en un partido para el infarto y en el que el héroe resultó ser el arquero Moisés Múñoz, de las Aguilas.
Cruz Azul, que había ganado el partido de ida en su casa con un gol del argentino Christian Giménez, tuvo todo para ser campeón. Porque jugó con la desesperación del América y con un gol del colombiano Teófilo Gutiérrez, ex Racing, se puso 2-0 en el global. Pero…
Cuando parecía que el trofeo tenía dueño, el colombiano Aquivaldo Mosquera empató de cabeza a los 43 del segundo tiempo y le puso una pizca de emoción a la final. Cuando el árbitro adicionó tres minutos, América puso toda la carne en el asador y tuvo un tiro de esquina. Cuando se jugaba el segundo minuto del descuento el arquero Moisés Muñoz se tiró en palomita y conectó el centro de Juan Carlos Medina. La pelota se desvió en el defensor Alejandro Castro e ingresó en el arco ante la sorpresa y el delirio de los fanáticos del América.
Fue, entonces, el tiempo de los penales. Y otra vez apareció en escena Muñoz, el arquero héroe. Porque con su pie derecho rechazó el primer disparo del Cruz Azul, el que ejecutó Javier Orozco. Pero no era la noche del equipo Cementero: Alejandro Castro se resbaló en el segundo penal y tiró la pelota afuera. América, por su parte, no falló: convirtió los cuatro que tuvo, festejó el 11° campeonato y postergó al Cruz Azul, que suma 15 temporadas sin títulos.
En el América jugó como titular Rubens Sambueza, ex River, mientras que en Cruz Azul Christian Giménez jugó desde el arranque, Mariano Pavone ingresó en el segundo tiempo y Nicolás Bertolo no entró.
Agencias
