La semana pasada, mi compañera Jazmín Gómez Ortega, del Grupo Prensa Oaxaca, dio a conocer en la reunión de periodistas que tuvimos con motivo del Día Mundial de la Libertad de Prensa, un dato peligroso para los que trabajamos en los medios de información: dijo que a la fecha permanecen “congeladas” 20 denuncias por agresiones a periodistas ante la Procuraduría General de la República. Afirmó que de todos estos casos no hay ni detenidos ni responsables que estén pagando por sus delitos.
En realidad, las autoridades oaxaqueñas no han sido capaces de brindar protección a los periodistas; así como tampoco han sido capaces de proteger la integridad de los reporteros. Lo cierto es que ningún periodista de la entidad, está cobijado en una sombra de ley que dé convicción, confianza y seguridad a los que laboramos dentro de esta actividad tan expuesta.
Parece increíble, pero Oaxaca se rige en materia de periodismo con una ley de 1856, es la conocida como José María Lafragua. De 1856 a la fecha, han pasado 158 años.
Ayer fue un caso más de amenaza y de agresión en Oaxaca. Ahora le tocó a la compañera reportera Citlalli López Velasco, quien fue intimidada por Gervasio Martínez de Aguilar, integrante de la comisión política del Frente Amplio de Lucha Popular (FALP). Citlalli López, tiene un amplio reconocimiento dentro del gremio periodístico. Ella es reportera del periódico Noticias, también de Radio Fórmula Oaxaca, y de la organización civil periodística especializada en la perspectiva de género y los derechos humanos CIMAC.
En cuanto los compañeros de los medios se enteraron de la agresión a Citlalli, muchos de ellos, a través de las redes sociales, demostraron su solidaridad hacia ella, y el enojo contra el representante del FALP. La molestia de este sujeto contra la reportera, fue por las notas que ella ha manejado desde hace varios meses, sobre el ayuntamiento de Tlacolula de Matamoros.
Pero la agresión no sólo fue contra ella, sino también contra su esposo, el reportero Jaime Guerrero, quien trabaja en el periódico El Imparcial y en Radio Fórmula Oaxaca. Cuando éste le pidió que respetara a Citlalli y a su trabajo, el tal Gervasio, arremetió contra Jaime al asegurarle que sabía quién era él y donde trabaja. Además, le dijo: “mañana vas a saber quién soy yo” y terminó diciéndole a Citlalli: “Yo soy una persona muy mala”.
Dentro del curriculum de perversidades del malo Gervasio, está el despojo de un terreno en Tlacolula, que por cierto no lo logró.
Hay otro asunto también preocupante. Es un caso de acoso, intimidación y amenazas contra la reportera Nathalie Gómez, @nathalie_fx, corresponsal en Huajuapan de León, del periódico El Imparcial.
Desde la semana pasada, a través de las redes sociales, ha sido vapuleada por una serie de comentarios soeces contra su persona. Su pecado fue haber transcrito un documento de la policía municipal, en su portal Informativo 6-7, de un sujeto que fue detenido. No quiero ahondar en este tema porque la compañera reportera, está en un grave peligro. Pero quiero mencionarlo para que haya un referente de este caso.
Hasta anoche iban más de 498 comentarios, 22 compartidos y 112 me gusta, en contra de su labor periodística. Todo esto dentro de facebook.
No cabe duda que el peligro que corren los comunicadores es a consecuencia de que nuestro gobierno no está garantizando la libertad plena del ejercicio periodístico ni está cumpliendo las obligaciones internas y del derecho internacional de los derechos humanos.
Casos hemos visto y se han vuelto repetir y no pasa nada. Todo mundo sabe que la impunidad les permite actuar de esta manera contra los trabajadores de los medios de comunicación.
Amenazas a los reporteros: Horacio Corro Espinosa
Twitter:@horaciocorro
facebook: Horacio corro
horaciocorro@yahoo.com.mx