02Satsumasendai, una discreta ciudad al suroeste de Japón, se convertirá esta semana en la vanguardia del mayor experimento nuclear del país desde el desastre nuclear de la central de Fukushima en marzo de 2011.Tras meses de debate en torno a la seguridad, Japón comenzará el martes a producir energía nuclear, por primera vez en casi dos años, en la central de esa ciudad.
La reactivación de uno de los reactores de la planta nuclear de Satsumasendai supone una victoria para el Primer Ministro, Shinzo Abe, quien insiste en que sin la energía nuclear la economía japonesa se derrumbará bajo el peso de las importaciones de gas y petróleo.
Pero su llamada a la nación nipona para que enfrente los demonios del pasado de Fukushima ha sido recibida con escepticismo por la mayoría de los votantes, cuya oposición a las centrales nucleares permanece firme, incluso frente a las crecientes facturas eléctricas.
En torno a la planta, en un radio de 30 kilómetros -el tamaño del área afectada por Fukushima-, viven 220 mil personas, y un estudio del diario Asahi Shimbun mostró que solo dos de los 85 institutos médicos de la zona tienen planes de evacuación adecuados en caso de emergencia.
Sin embargo, terremotos masivos similares al que desencadenó la crisis de Fukushima no son la única amenaza. La central de Sendai está rodeada por cinco calderas volcánicas y por el mismo volcán Sakurajima, uno de los más activos de Japón.
Una encuesta en octubre del año pasado mostró que un 60% de los japoneses se oponen a un retorno a la energía nuclear, mientras que solo un 31 por ciento se muestran a favor.
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