Cada que hay una elección en puerta, como la que estamos pasando, casi siempre es lo mismo en cada campaña.
En cada contienda, ya sea a diputado o senador o presidente de la república, no hay sorpresas. Se supone que los personajes que serán elegidos por la sociedad, les tocará resolver los problemas más urgentes del México actual: el desempleo, la pérdida de valor del trabajo, los alarmantes índices de miseria, la corrupción, la violencia y, sobre todo, el rescate de los valores. Para ser más exacto, más preciso, diré que a ellos les tocará formar el carácter de México, ese valor que ya se perdió.
Por todas partes se habla y se anuncian los valores, pero poco se habla del carácter. El carácter es la motivación interna para hacer lo correcto, cueste lo que cueste.
Paredes, taxis, patrullas de policía, etc. etc. cargan anuncios que hacen referencia a los valores, pero eso no va a hacer cambiar a la gente si no tiene carácter.
El carácter es lo más importante para cualquier persona sin importar su tamaño, condición social, raza, religión o situación.
Cualquier candidato nos podrá hablar de los valores, pero cuántos de estos políticos conocen o viven lo que es el carácter. Todo mundo podemos hablar de valores. Podemos enumerarlos. Pero una persona sin carácter no pueden vivir dentro de los valores.
Precisamente ayer escuché a un candidato que presumía ser persona de carácter. Creen que por ser enojonas o gritonas o mandonas tienen carácter. Estos candidatos, dicen eso porque desconocen lo que es el dominio propio.
Si un candidato dice que tiene carácter sólo porque todos en su oficina le tienen miedo, habrá que decirle que: porque no tiene ningún control sobre su persona, no sirve ni para candidato.
El carácter de una persona se conoce cuando ésta se encuentra sola. Cuando nadie la ve. Ahí es donde verdaderamente se conoce el carácter. Ese es el momento donde la persona es.
La mayoría de los candidatos nos hablan de ellos como la integridad misma. Todos, en su publicidad, nos restregan en la cara y en las orejas que son honestos. Hay un dicho popular que dice: dime de qué presumes y te diré de qué careces.
Habrá que preguntarle a estos candidos candidatos: ¿eres adcito a la pornografía cuando estás solo? ¿Cuántas veces has robado y no te han descubierto? ¿Cuántas veces al día mientes? Ahora que andas de puerta en puerta, ¿deseas a tus posibles electoras? ¿Has traicionado a tus amigos? ¿Abandonaste tu trabajo por otro que seguramente te iba a dar más importancia y más dinero? ¿Le has sido fiel a tu esposa?
Si te identificaste con alguna de estas preguntas quiere decir que no tienes carácter. No tienes control sobre ti mismo y eres una persona que se deja llevar por la carne y no tiene control sobre su persona. Es lo mismo que decir hipócrita. Si no tienes control sobre lo que haces, entonces no tienes carácter. ¿Si los candidatos tienen estas debilidades, entonces quiénes podrán darle carácter a México? ¿Quiénes podrán sacarlo de donde está?
Twitter: @horaciocorro
Facebook: Horacio Corro
horaciocorro@yahoo.com.mx
