El paso del huracán Alex por Nuevo León, Tamaulipas y Coahuila no sólo provocó perdidas humanas y materiales, sino además daños al entorno ecológico, pero paradójicamente trajo consigo beneficios, indicó el secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Juan Rafael Elvira Quesada.
El funcionario federal explicó que se destruyeron 500 nidos de tortuga lora que están en peligro de extinción, en playa Rancho Nuevo, en Tamaulipas.
Además, dijo, hubo desgaste de los ecosistemas, arrastre y erosión, entre otros daños ambientales.
En entrevista realizada en el municipio mexiquense de Tezoyuca, a donde acudió a la inauguración del Centro de Recuperación y Reciclado de Refrigerantes Ecofrigo, Elvira Quesada, explicó que Alex contribuyó a la recarga de los mantos acuíferos de la región.
El titular de Semarnat manifestó que eso asegurará la dotación de agua potable para los habitantes de esa zona del país durante “tres, cinco u ocho años”, aunque todavía falta hacer el cálculo adecuado, aclaró.
El huracán que provocó graves daños en los tres estados del país, advirtió, sólo demuestra el nivel de vulnerabilidad que tiene México por su situación geográfica.
“México requiere contar con un marco internacional en Cancún que nos permita acordar a nivel mundial el mejor desempeño para controlar el calentamiento global en un acuerdo mundial”, expresó.
Elvira Quesada afirmó que las afectaciones que se sufrieron en esas entidades son reversibles, pero requieren de mucha inversión.
El titular de la Semarnat también se refirió al derrame de petróleo en el Golfo de México, en territorio de Estados Unidos.
“Ninguna mancha de petróleo ha llegado (a México) han aparecido brumos, pero no de ese pozo petrolero, ha habido brumos históricamente que se le conocen como chapopoteros, pero han aparecido desde la llegada de los españoles”, sostuvo.
Recordó que el 19 de julio expertos mexicanos acudirán a verificar las condiciones en las que se encuentra el derrame de petróleo.
“Irán a levantar muestras de la composición química de ese petróleo, que va a ser un petróleo diferente al de otro pozo petrolero. Tenemos que identificar con mucha claridad cuál es la huella digital genética o la composición química específica de ese petróleo para poder tener elementos en un futuro para alegar daños ambientales que México pueda tener”, precisó
Además, reveló que la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) inspecciona actualmente 30 plataformas petroleras ubicadas en el Golfo de México, de las 60 que cuentan con certificaciones ambientales.
La intención es que se supervise que sus estándares de funcionamiento estén bien para cualquier eventualidad que pudiera presentarse, incluido un huracán.
Los resultados de estos análisis estarán listos en un mes o dos, puntualizó.
El Universal
