La dermatóloga María Magdalena López Ibarra alertó sobre el peligro de exponerse a la radiación solar pues podría generar cáncer en la piel, por lo que de descubrirse cualquier manchao lunar nuevo es importante acudir al médico de inmediato.
La jefa del Servicio de Dermatología del Centro Médico Nacional (CMN) La Raza del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) , explicó que debido a que no hay síntomas, es de vital importancia observar cualquier cambio en los lunares por mínimos que sean.
Dio a conocer que la cifra de casos de melanoma maligno se ha incrementado, pues antes se atendía un paciente cada dos o tres meses, mientras que ahora se presentan cada 15 días o al mes.
‘El carcinoma basocelular tiene una incidencia aproximada de cinco casos por semana, cuando (anteriormente) sólo se presentaban dos o tres en el mismo período’, destacó la especialista.
Todos los lunares que aparezcan en la piel deben ser revisados para conocer si son benignos o malignos, de ahí la importancia de no exponerse a la radiación del sol y proteger la piel con protectores solares con niveles por arriba de 30.
‘La exposición directa al sol sin protección es la principal causa; gente joven y personas con lunares mal cuidados, las principales víctimas’, señaló la doctora López Ibarra.
En un comunicado, la dermatóloga explicó que el cáncer de piel es una lesión maligna que se presenta en la epidermis y su causa principal es la exposición al sol, ya que el organismo absorbe las radiaciones, no las elimina.
Para atender ese mal el IMSS cuenta con tratamiento de diferentes tipos, que van desde retirar la lesión con láser hasta la cirugía y procedimientos con radioterapia o quimioterapia.
Existen tres tipos de cáncer en la piel: carcinoma epidermoide, melanoma maligno y el carcinoma basocelular, el cual es un lunar de color café o negro que en ocasiones se úlcera y sangra, pero que es ciento por ciento curable pues es el menos agresivo.
‘Sin embargo, es probable que provoque deformación del sitio donde aparece, de acuerdo con el aspecto clínico y del tejido que lo compone’, planteó.
López Ibarra mencionó que el carcinoma epidermoide también se presenta como lunar en forma de bolita que crece muy rápido; en ocasiones parece una coliflor, puede sangrar o presentar ulceración.
Si al momento de revisar y palpar la lesión, ésta se presenta endurecida, es posible que haya infiltración y el tumor se encuentre bajo la piel y volverse invasivo.
La dermatóloga abundó que el melanoma maligno es un lunar muy negro que tiene bordes irregulares de crecimiento rápido, puede sangrar, ulcerarse, no se ve infiltrado, pero es necesario tomarle biopsia y remitirlo al Departamento de Oncología.
Precisó que el carcinoma basocelular es más frecuente en gente joven, ya que los muchachos se asolean demasiado en la playa, al punto de quedar con la piel enrojecida al tratar de broncearse, lo que ocasiona que esas radiaciones sean absorbidas por el organismo.
El Universal
